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jueves, 20 de abril de 2017

EL WERO Y SUS CHINGONES.


EL WERO Y SUS CHINGONES.

Así se llama mi Banda Grupera en Mex.
Puro Norteño estilo Monterrey.
"Gracias por venir raza, yo me he llegado a México por tres razones:
Por el Mezcal.
Por la Música Norteña.
Y la más importante por las mujeres".
Y ahí, sin siquiera abrir el acordeón, ni dar una pinche nota el público se vuelca en el primer aplauso.
Espero que orita entiendan el nombre de mi grupo.
Mezcal y salucita a todos desde Monterrey.

EL WERO:
20-Abril-2017.






martes, 18 de abril de 2017

Diccionario Mex Pa Tontos “Músicos Hueseros” y más…


Diccionario Mex Pa Tontos “Músicos Hueseros” y más…
“Músicos Hueseros”: Músicos que no tienen un grupo fijo y que hacen trabajos o colaboraciones puntuales (Jales o tocadas), sin apenas ensayo. Músicos de sesión en otros países. Se adaptan a todos los géneros musicales. Lo de “hueseros” es por lo de ir detrás del hueso (trabajo) como los perros.
Jale: Bolo, actuación, trabajo (se utiliza también en otros ámbitos con este significado), tocada. “Me ofrezco de sax para jales viernes o sábado, norteño, banda, versatil, repertorio del puro hueseo”.
Tocada: actuación, concierto.
Hueso: Jale externo, tocada fuera del grupo o banda propia. Cuando la hay, existen puros profesionales del hueso.
Músico de Planta: Instrumentista fijo en una banda. “No le puedo ir Don, estoy de planta con Los Caporales”.
Chafo: Malo, gacho, feo, entre músicos mal sonido.
Huesear: Jalar, trabajar de huesero.
Ponchado: Entre músicos y referente al sonido, fuerte, claro y bonito. “El sonido estuvo bien ponchado carnal, a toda madre wey”.
Ojete: Malo, chungo, feo, como el recto. También se dice culero. Este adjetivo se aplica a personas.
Cheve: Cerveza, Chela.
Puñetos: Puñeteros, jodidos, falsos.
Machín: Buena onda, chido, bueno, correcto. “El sexto ta machín, se la rifa”.
Grupo versátil: El que toca de todo tipo boda.
Sonora: Banda tipo orquesta, de cumbias, salsa romántico y cubano de dónde viene el nombre.
“De grapa”: Algo gratis, que se hace sin esforzarse. “En el hueso se toca de grapa”.
Abarrote: Tiendita de ultramarinos. Entre músicos hueseros, lo que todo el mundo toca, el repertorio popular y habitual del puro hueso. “Abeja reina” y demás.

José Juan Aparicio.
18-Abril-2017.



miércoles, 12 de abril de 2017

ESTA CANIJO



ESTA CANIJO

He estado en muchos países por temporadas largas y cortas y nunca había sentido la desconfianza y la marginación –con las que sin duda tratan en España a los inmigrantes- bien es verdad que aquí en México a nosotros (españoles), nos traen unas ganas atrasadas por la bola de tarugadas que les hicieron nuestros tatarabuelos Pizarro, Cortés y demás fichitas de nuestra patria. Aunque en aquella época los oriundos de aquí (sacrificios de vírgenes o desvirgados/as, esclavitud y demás), tampoco cantaban mal las rancheras.
Aquí – como en todo el mundo – la gente te trata de bien a muy bien si te ven feria, billete, plata o lana.
Y en general todo el mundo es amable, colaborador y atento, incluso llegando al servilismo exagerado y empalagoso:
“¿Mande?”.
Pero sin llegar al extremo de Vázquez Figueroa –no sé que chingados le hicieron al llegar aquí-
que se regresó de volada y no volvió a poner a poner los pies en esta tierra, además de poner a bajar de un burro a mis compadres. La verdad es que por estos rumbos, con estas crisis y esta situación si conviene avisparse.
“Los mexicanos no confían a la primera”.
“No te confundas, una cosa es amabilidad y otra confianza”.
Todo ese verso florido y antigüito de las pelis atrasadas: “Sr lisensiado”, “Lo que guste”, “De la manera más atenta” y todas esas vainas son puros tics heredados de la época colonial.
Tampoco es cierto lo de:
“Si pueden te friegan”.
“Son bien encajosos”.
“Los rejegos de su chingada madre” y todo lo demás.
Bueno, puntuales, lo que se dice puntuales no son. Formales, lo que se dice formales no son. Fieles, lo que se dice fieles, las viejas no son. Interesados lo que se dicen interesados, tampoco son. Cuando ya te amolaron pierden el interés.
Así que qué quieren que les diga, son mexicanos y no creo que nadie los vaya a cambiar a estas alturas del partido.
Son volubles y aquí nada es definitivo ni seguro, siempre se están peleando la plaza.
“Orita” puede ser mañana o dentro de un mes.
“Dame chance” puede ser espera u olvídame.
Y “Luego, luego” puede ser ya, o luego, o luego, o sea en el 2037, ma o meno si la cosa no se tuerce y “te quedan mal”.
En ese caso o cuando la cosa ya realmente se va a chingar o se ve difícil te avientan un “ESTA CANIJO”. Que es lo siguiente a lo imposible.
Y así hay que quererlos, aunque a menudo te entren unas jodidas ganas de echarte a un Panchito de estos.

José Juan Aparicio.
12-Abril-2017.


martes, 11 de abril de 2017

La Bailada en Monterrey 2.



La Bailada en Monterrey 2.
Voy a seguir sin dar nombres, el que quiera que venga a investigar, ya está bien de que el güero chambee para que los demás vengan por el atajo.
El antro familiar, como me dice un taxista, alberga de todo, eso sí de edad media-alta (nada de plebitos atrabancados). Cuarenta sesenta, para entendernos, con excepciones por arriba y por abajo. Como si estuviéramos en el circuito de la pachanga en Galicia.
Y cuando digo de todo, me refiero a eso: hay “ficheras” (profesionales digamos), algunas aficionadas avanzadas, mujeres, chicas no tan jóvenes, mucho señor mayor de vaquero, algunos putos en busca de viejas con lana y lo dicho, público familiar en general.
Divirtiéndose sanamente, aunque ya dije en mi anterior artículo que hay que estar atento, esto jauja jauja, no es, aunque a veces casi lo parezca.

Seguimos con cumbia norteña, huapango y sonora que sería música latina, vallenato, romántica, baladas.
En resumen, la raza la pasa bonito en amor y compañía, sea esta cara, barata o desinteresada.
De botana se toma chicharrón (cortezas) de puerco con picante.
Y se pistea con cheves (cubetas de 10), tequila, mezcal y buchanans.
Los bailadores tienen la costumbre de recorrerse la pista –eso si ordenadamente y en el sentido de las agujas del reloj- en un girar continuo al ritmo pegajoso de corridos y huapangos. Algunos hacen sus figuritas acrobáticas y tan tan.
Un güey muy tomado se agacha para manosear y hasta pretende chuparle las bubis a su pareja ahí mismo, esta se lo toma con alegría y lo corrige con cariño.
Casi nadie se da cuenta aunque algunos nos descojonamos.
Me saluda el que barre –a estas alturas mi carnal- que es un antiguo púgil de lucha libre mexicana enorme, que además si hace falta pone a los pendejos en la calle luego luego.
Y en ese ambiente distendido paso las horas de búsqueda de músicos para mi grupo, conozco la noche de Nuevo León y agarro mis cohetes de mezcal y cheves.
Esto último de vez en cuando, no me piensen mal.

José Juan Aparicio.
11-Abril-2017.



lunes, 10 de abril de 2017

EL TAHUR 2


EL TAHUR 2.

Como he dicho en alguna ocasión, rompí mi baraja después de que a mi compañero de juego lo botara su vieja a un pozo (se lo echó literalmente), para juntarse con un guardia civil.
Sí, mi amigo Dulcineo era un fichita, pero no sé si la cosa fue tan grave como para darle cran.
Sigo sin jugar, apenas quinielas y alguna lotería, ludopatía menor podríamos decir.
Además, los y las ludópatas que conozco, algunos de cerca, me caen regordos.
Pero aquí en Monterrey hay que ponerse listo y me dieron un tip.
“En el casino, todo lo que bebes es gratis –para animarte a seguir jugando- algunas bebidas también y lo que pagas es muy barato”.
Me fui pues a almorzar allí: rico, con mucho lujo como gustan por aquí y muy barato. Cafés, aguas, bebidas por la patilla y repitiendo. Gorditas, tacos, quesadillas todo ok.
Luego me paseo entre las tragaperras para disimular –aunque las cámaras lo graban todo, no quieren “Pelayos” que los pelen- meto cinco pesos para hacerme pendejo cuando un mesero, con rejilla en la cabeza por lo de evitar pelitos en el tamal me platica:
-“¿Va ganando Don?”.
-“Pierdo toda la mañana joven”.
-“¿Y no ocupa cualquier bebida p´al calor?”.
- “Necesitaría Un mezcal para olvidar, pero es muy pronto, gracias muchacho”.
Y con la misma, bien comido y bien bebido ¿Qué más quieres cuerpo mío?.
Chambear.
No friegues, orita te avientas una siesta que en Monterrey estamos a treinta y cinco grados.
Y por la fresca te vas a la bailada.

José Juan Aparicio.
10-Abril-2017.







sábado, 1 de abril de 2017

HOTEL PIOJO


HOTEL PIOJO


Así le llaman aquí, en Mex a los hoteles cutres. Pero puedo asegurar que cuando uno está en paz y en gracia de Dios, el Hotel Piojo es harto agradable aunque no le sobren estrellas.
Inconvenientes varios: sólo hay internet en la recepción y habitaciones próximas en la planta baja, justo donde las cucarachas se crecen. Las de la primera planta te son bien educadas, bailan banda, dan las buenas noches y no se  suben a la cama. Abajo como he dicho es otra cosa.

El hotel en el puro centro de Monterrey está lleno y es barato o caro, según se mire.
Lo poblamos la raza que está buscando chamba o que esperan visas o coyotes que los pasen al gabacho. Todo el mundo está en modo espera, con los celulares echando chispas y reventándose la wifi.
Es una gran avenida, segura día y noche con taxis siempre en la puerta, cerquita de los sitios buenos de bailada y con un Oxxo a veinte metros, dónde la plebada se abastece de sándwiches, bebidas y comida basura. En el mismo hotel hay un restaurante con comida corrida a 40 pesos.
Lo que se diría una especie de hostal familiar con mucha convivencia en el gran plasma de recepción dónde vemos los partidos, telenovelas y Tele Rola (videos musicales de regional Méxicano).
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El sueño de cualquier reportero de guerra, pero sin bar.
No es un hotel de paso, pero como para “coger” lo importante es la compañía pues también vale.

Yo tiré mi maleta abierta en el suelo, al lado del acordeón que trae mis sombreros encima, colgué mis camisas norteñas en la barra de la persiana y listo. Nadie me puso inconvenientes.
Hay clima pero los cantantes no lo encendemos porque se nos “amuela” la voz.
Y qué más quieren que les diga, pues na más, que los que tengan narices de pasar de Playa del Carmen y “venirse” a o en Monterrey pásense por el Hotel Mansión Villareal en Pino Suarez, al lado del Arco de la Independencia. No se arrepentirán y van a sentirse como en su casa, perdón como en su Mansión.

José Juan Aparicio.
2-Abril-2017.




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