Vender libros para analfabetos.
La industria editorial tiene esas cosas. M. Conde se hace
los libros él para tirarse el rollo, los puede pagar claro, porque no se los
compra ni el Tato, de leerlos ya ni hablamos. Porque sólo con oírlo ya aburre
de plano el tipo.
Pero los más curioso de todo es que los que sí venden, y les
hace las tiradas las editoriales, son Jorge Javier Vázquez (La vida iba en
serio-libro), la estrella gay de Tele 5 y Belén Estaban, (Ambiciones y
Reflexiones-libro), La Reina
de Corazones o La Princesa
del Pueblo, según gustos.
Lo de este par tiene mucho mérito por varias razones, la más
importante es que se los venden a gente que no los piensa leer, porque no saben
o porque lo único que quieren es que el libro esté firmado –a ser posible también
dedicado- por el autor. El de la
Esteban ni lo ojee, ni pienso, tampoco me interesa quien fue el
negro que se lo escribió, esa leer lee mal, pero lo de escribir sólo por wasap
y poniendo niebe con b sí así de chulo. El del joto lo vi por encima, lo tienen
todas las tarugas como libro de cabecera y me parece una interesante historia
de idilios homosexuales, consumo de coca y viajes de subnormales a playas con
palmera a precios astronómicos. Pero la cadena mantiene ahí al güey y a la
otra pava porque les salen a cuenta. Así está el personal de esta tierra. Luego
Jorge escribió una obra de teatro y la representa, también se la gira de actor
por la geografía española, no le va mal del todo, las entradas que sobran
–siempre quiere llenos- las reparte, gratis, por la ruta del marujeo, pelus,
pescaderias, supers, tiendas de barrio y claro así llena siempre.
Yo también hice de relleno en un Madrid antiguo, donde
cuando llegaba alguien importante a las discos del Melia Castilla y por ahí las
“Relaciones públicas “ (Muy zorras ellas) te llamaban y chupabas gratis
haciendo bulto. También en otra época una amiga nos llevaba al Pasapoga –que
cogió su padre un tiempo- y bebíamos cava a ritmo de varietes, ayudando a
llenar la sala.
Una interesante mezcla de lo antiguo y las redes sociales
para la promoción teatral, cuando al teatro tampoco va ya nadie. El merito del
par de equilibristas es innegable, vender libros a quienes ni piensan, ni saben
leer. Orgullo de buhoneros, charlatanes y vendedores de humo deben tener los
dos fichitas .
Pero el mundo editorial y la tele, tan progresistas de
boquilla, resulta que están enquistados en lo rancio, los toros, las
sevillanas, lo andalú, los mamoneos y las sevillanas de los cuatro de siempre
con chamarra acolchada de guata, cuernos en la pared de la finca de caza y en
la cabeza de todo el personal. Sombrero verde con plumita de paloma torcaz, al
estilo generalísimo y chalet en ruinas en la carretera de La Coruña (Madrid).
Y es que al final todos quieren lo mismo, el presentador
babosear a los otros gay que invita a ver si se los tira, con esa miradita de
retaco salido. En las fincas de los señores de la patria se hacía lo mismo. Primero
se contaban perdices en el suelo y luego
todos a una orgía de fachas, la señora del ministro mamandosela al capataz de
la finca y el señor ministro dándole por el culo al obispo, que para eso fue
seminarista.
Eso si, el Domingo todos juntitos en amor y compañía a la Misa de doce en Los
Jerónimos.
José Juan Aparicio.
14-Junio-2016.
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