COMER LA OREJA

COMER LA OREJA

Pos que no hase mucho, me dijo un compa: “Oiga wey que el otro día lo ví a usted en el baile, dándole vuelo a la hilacha de su pareja, cerquita de dónde yo andaba también bailando y ni me miró.

Como que usted, de bailar poco, lo que hasía, no más, era comerle la oreja a la morra.

Tienen que perdonar, que haya empezado este artículo en mex, pero es que con lo del diccionario se me va algo la pinza. No se me preocupen los tontos que de aquí p´alante sigo en “ñol”.

No digo que no fuera verdad, pero aclararé una cosita para los/las no iniciados en este noble arte.

Comer la oreja = intentar seducir (de palabra, obra o gesto, a alguien, realizando esta labor, más bien cerca de su pabellón auricular).

Y por supuesto hace falta una charla, amena, creativa y simpática. Algo difícil de encontrar. Si se acompaña esto con bastante morro (ya saben hocico en mex), una linda jeta y una figura escultural, como tenemos algunos, el éxito esta asegurado.

Pero relax los alumnos de esta cátedra de ligoteo, que eso no garantiza nada. Ya sabéis, el amor es como una planta, que hay que regarla a diario.

El caso es que desde tiempos ancestrales a mi, servidor, me venían gustando mucho, las chicas orejonas.

Si con las orejotas, más bien grandes, paradas, atentas y ligeramente avanzadas.

Como que te escuchan mejor, con más atención, con mucho más cariño.

Y como que agradecen más lo que oyen, cuando esto es música celestial.

Además esa proximidad labio oreja rinde mucho, por descontado no hay que gritar, el susurro basta.

Y pa más esa zona de la oreja, la catalogan, las guías de autoayuda sexual como erógena, lo cual creo que quiere decir como que: “Por ahí les pone a las chicas”.

Pero no voy a ahondar en ese tema, que escribo desde una wifi municipal muy recatada y que rayar el porno significa la automática desconexión.

Sólo quería decirles amigos, que el baile está bien, pero a veces no es más que un medio. Para llegar al fin. Que lo importante como dicen los necas (portugueses) es una buena conversa.

Y como Dios es generoso, lo demás se nos dará por añadidura.

Aparte de que las orejas al natural están muy ricas.

Y me desconecto chulas que esto está cojiendo (ya os diré algún día –tontos- lo que quiere decir en mex cojer) temperatura.
Y para acabar como :"La verdad duele y hace amigas" me confesaré.
Este articulín va dedicado a todos/as mis lectores en general y a una morrita, algo orejona, en particular. Ella ya sabe.

SMUAAAAAKKKKKKKKKKKKS. (En la oreja).

José Juan Aparicio  23- de Julio 2012.