DESESPERACIÓN
Mi desesperación está en este blog desde que existe. Pero sigo creyendo – como ya dije – que los sordos voluntarios son mejores sordos que los sordos de enfermedad. Y quitarles los tapones de los oídos va a ser una tarea dura y muy larga.
Aunque ya lo dice el perro: el hueso es duro, pero tengo tiempo. Los que no tenemos nada, si tenemos tiempo y la mala ostia necesaria para la revolución se adquiere por el camino. Solo hacen falta las ganas. Trincheras hay muchas, pero yo, ya sólo disparo desde la mía.
Y lo malo, o lo bueno, de la revolución, es que antes o después siempre habrá que cortar cabezas.
Ahora cuidado y ojito: “Lo difícil no es saber quien te va a traicionar, sino cuando y por cuanto”.
José Juan Aparicio.
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