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jueves, 23 de junio de 2016

ZONA DE CONFORT



ZONA  DE  CONFORT

Se dice figurativamente de un lugar o situación dónde alguien se encuentra cómodo.
En el habla popular de los últimos tiempos, viene a querer decir algo así como ausencia de complicaciones.
Disneylandia para los lerdos, vamos.
Pero la “Zona de confort”, en la práctica es algo bastante etéreo que varia mucho de un individuo a otro.
Un spa –la palabreja se las trae- puede resultar algo muy reconfortante para cierta elite  de apapahostiados, sin embargo será una sutil tortura para otros.
Algo que tiene que ver con el entrenamiento, el carácter, la actitud y en definitiva el coraje.
Un kayakista experto puede estar en “zona de confort”, cuando el horizonte desaparece bruscamente en lo alto de una cascada de quince metros.
Un bobo de libro estará en su salsa en una terraza de la calle Rosales de Madrid.
Mario Conde entra en confort nada más ponerse esas ridículas polainas de cuero en El Rocio, sin embargo se rila al pisar patio de la trena. Una cuestión de hábito, relax, experiencia y seguridad en uno mismo.
Eso que se dice siempre de que los mamíferos y otros bichitos te huelen el miedo.
Si cruzas Tepito a pie de noche, mirando para atrás te puedes dar por muerto. En cambio al güey que hurga en el cubo de la basura a esas horas “le vale sombrilla” echarse a uno o a cinco por medio taco mordido.
Todo muy subjetivo, pero la verdadera “zona de confort” de uno mismo creo que está cuando da el primer paso para alcanzar sus sueños, de esos de los que se persiguen una vida entera y se han arañado varias veces, sin llegar a habitarlos contundentemente. Cuando uno está realmente seguro de lo que quiere y a por lo que va –algo tremendamente difícil- su “Zona de confort” se ensancha a medida que se acerca al objetivo.
Y si este se alcanza, mejor dicho cuando este se alcanza, sólo entonces, tu “Zona de confort” se evapora.
Ahora ya demostraste que eres un chingón, ya estas maldito y comienza de nuevo tu lucha.
Pero aquel luchador que sabe las femorales que hay que cortar primero y como hacerlo, no es que esté en “Zona de confort” en la “Zona oscura” (que es en la lucha a cuchillo la distancia de los brazos para adentro, donde empieza de verdad el cuerpo a cuerpo), pero tendrá mucho camino andado.
Al fin y al cabo ya lo dijo a los lobeznos el lobo desdentado de mi cuento:
Les estaba explicando de la lucha aquel viejo fajador, cuando uno de los lobatos le pregunta: ¿Maestro y cuando a uno ya no le quedan dientes y no puede echar para atrás, delante de un lobo de rango con que se muerde?
Con las orejas lobito, con las orejas.
Ese tipo si que vivía en una auténtica “ZONA DE CONFORT”:

José Juan Aparicio.
 23-Junio-2016.


martes, 14 de junio de 2016

Vender libros para analfabetos.

Vender libros para analfabetos.

La industria editorial tiene esas cosas. M. Conde se hace los libros él para tirarse el rollo, los puede pagar claro, porque no se los compra ni el Tato, de leerlos ya ni hablamos. Porque sólo con oírlo ya aburre de plano el tipo.
Pero los más curioso de todo es que los que sí venden, y les hace las tiradas las editoriales, son Jorge Javier Vázquez (La vida iba en serio-libro), la estrella gay de Tele 5 y Belén Estaban, (Ambiciones y Reflexiones-libro), La Reina de Corazones o La Princesa del Pueblo, según gustos.
Lo de este par tiene mucho mérito por varias razones, la más importante es que se los venden a gente que no los piensa leer, porque no saben o porque lo único que quieren es que el libro esté firmado –a ser posible también dedicado- por el autor. El de la Esteban ni lo ojee, ni pienso, tampoco me interesa quien fue el negro que se lo escribió, esa leer lee mal, pero lo de escribir sólo por wasap y poniendo niebe con b sí así de chulo. El del joto lo vi por encima, lo tienen todas las tarugas como libro de cabecera y me parece una interesante historia de idilios homosexuales, consumo de coca y viajes de subnormales a playas con palmera a precios astronómicos. Pero la cadena mantiene ahí al güey y a la otra pava porque les salen a cuenta. Así está el personal de esta tierra. Luego Jorge escribió una obra de teatro y la representa, también se la gira de actor por la geografía española, no le va mal del todo, las entradas que sobran –siempre quiere llenos- las reparte, gratis, por la ruta del marujeo, pelus, pescaderias, supers, tiendas de barrio y claro así llena siempre.
Yo también hice de relleno en un Madrid antiguo, donde cuando llegaba alguien importante a las discos del Melia Castilla y por ahí las “Relaciones públicas “ (Muy zorras ellas) te llamaban y chupabas gratis haciendo bulto. También en otra época una amiga nos llevaba al Pasapoga –que cogió su padre un tiempo- y bebíamos cava a ritmo de varietes, ayudando a llenar la sala.
Una interesante mezcla de lo antiguo y las redes sociales para la promoción teatral, cuando al teatro tampoco va ya nadie. El merito del par de equilibristas es innegable, vender libros a quienes ni piensan, ni saben leer. Orgullo de buhoneros, charlatanes y vendedores de humo deben tener los dos fichitas .
Pero el mundo editorial y la tele, tan progresistas de boquilla, resulta que están enquistados en lo rancio, los toros, las sevillanas, lo andalú, los mamoneos y las sevillanas de los cuatro de siempre con chamarra acolchada de guata, cuernos en la pared de la finca de caza y en la cabeza de todo el personal. Sombrero verde con plumita de paloma torcaz, al estilo generalísimo y chalet en ruinas en la carretera de La Coruña (Madrid).
Y es que al final todos quieren lo mismo, el presentador babosear a los otros gay que invita a ver si se los tira, con esa miradita de retaco salido. En las fincas de los señores de la patria se hacía lo mismo. Primero se contaban  perdices en el suelo y luego todos a una orgía de fachas, la señora del ministro mamandosela al capataz de la finca y el señor ministro dándole por el culo al obispo, que para eso fue seminarista.
Eso si, el Domingo todos juntitos en amor y compañía a la Misa de doce en Los Jerónimos.

José Juan Aparicio.

 14-Junio-2016.

viernes, 10 de junio de 2016

La calzada de las bombas (1).



La calzada de las bombas (1).

Guadalupe también puede ser un nombre masculino en México. Doña Lupe, Don Lupe, se puede oír más o menos frecuentemente en cualquier ciudad o pueblo de La República Mexicana.
Pero, para no hacerles el cuento largo –que se dice por allí- les diré que Lupito Meza apareció por la Calzada de las Bombas, Coyoacan, México D.F. como a finales del año 2010.
Traía en el bolsillo un papelito con una dirección dónde tendría que preguntar por Orozco un amigo-conocido de su padre. Y 1000 pesos que le había dado este de los cuales se chingo 150 en comer por el camino, comprándole frescos y tacos a los vendedores de carretera. Así el viaje en bus desde Oaxaca se le hizo más breve.
Desde la Terminal de autobuses a la calle de los mecánicos callejeros –que está en la rechingada desde allí- fue a pata preguntando. Como había ido muchas veces de Arrazola al zócalo de Oaxaca. Una tiradita del demonio. “Dale al pobre unos guaraches (sandalias) y llenará el buche antes que si va descalzo”, dicen por esos rumbos.
“Con frío la cosa  se pone campeona” le dijo su pa al despedirlo, ellos eran de “tierra caliente”, entregándole aquella lanita que para ellos y en aquel sitio era un capital. Pero si eres capaz de girártela en la capital y en esa calle de noche saldrás adelante”. “Lo que pasa chamaco –siguió diciendo su progenitor- es que por allí de poco te va a valer tu habilidad con el machete, la raza carga pistola”.
En esa calle te componen el carro de rapidín en un día o en varias sesiones sucesivas, siempre evitando que el coche pase la noche en la calle. Los propietarios a pie de mecánico toda la jornada: “Patrón se me acerca ahí a los repuestos por dos cinchitos”. Los repuestos más comunes están en la misma calle y los taxis también por si hay que irse no mucho más lejos, el negocio funciona y todo se halla en los alrededores: “A cuatro cuadras, gire a la izquierda hasta topar con pared, a la derecha está Amortiguadores Pancho”. “Ese güey te los rellena de aceite y te los recompone de volada, a la antigua, un agujerito, achicar aceite viejo rellenar con nuevo, soldar el huequecito y a volar, si hay que poner juntas y chingaderas también. Pancho se la rifa”.
La cosa se tuerce cuando el carro se tiene que quedar en una calle poco recomendable a pasar la noche. Para eso los mecánicos, que se van a sus casas a dormir, tienen una van volkswagen T3 (una jipi de esas) sin ruedas y con cartón y madera de ventanillas en la calle al lado de la chamba, o un chevy del año catapún. Y allí duermen los indigentes, los guaruras callejeros, que cuidan del negocio y de los carros por la noche. Por muy poca lana se la tienen que rifar y defender las tortillas que se llevan a la boca sus jefes.
Un empleo sencillo para un fuereño campesino recién llegado a una capital, de quince millones de habitantes  dónde no esta fácil comer todos los días, aunque sea en La Calzada de las Bombas, en el puesto de Doña Tere, de Coahuila, en un trocito de banqueta (acera) enfrente de las refracciones (repuestos). Un comal (pequeña sartén tipo plancha alimentada por butano), un bidón con agua “potable”, una caja con hielo para los frescos -vender cerveza en la calle ya está más cabrón en Mex- aunque todo es posible si también chupa la autoridad, y cinco sillas con dos mesas plásticas de Coca Cola recogidas de la basura y remendadas con los famosos cinchitos.
Ahí Orozco lo invitó a tacos –incomibles- y pozole –exquisito- con refresco de naranja.
“Tu padre es un chingón, al segundo día - el primero dejó claro quien era, de dónde venía y con quién se la tenían que rifar - por aquí no se paraban ni las moscas”.
“Pero tu relax güey que ya se sabe, hijo de tigre sale pintito”. Jajajajajajajajajajaja rió su propia gracia el mecánico escupiendo parte del refresco y sulfatando a la concurrencia.
“Saque las chelas Doña Tere, que los guachos se fueron, cinco, las cuatro nuestras y la suya jefa, que invita Orozco”.
En cuanto la doña se giró p´al comal, le metió un codazo en el estomago a Lupito que le quitó el aire y le dijo por lo bajini: “Esta tomando nos tumba a los cuatro”.

Continuara…………..

José Juan Aparicio
 11-Junio-2016.




jueves, 9 de junio de 2016

Diccionario Mex Pa Tontos ¿Bueno? Y más………..




Diccionario Mex Pa Tontos ¿Bueno? Y más………..

¿Bueno? Palabra utilizada para contestar al celular. Que ya habíamos dicho aquí que es el teléfono.

Hacer el paro: Ayudar, echar una mano, hacer el favor.

Estar al tiro: Estar disponible, dispuesto a ayudar. “Aquí me tiene al tiro patrón”, te dice el aparcacoches (gorrilla), allí llevan tejana. Después de meter –él- las monedas a la máquina de aparcar. Ya te lo iban a hacer así en España. “Ya me paga cuando se lleve el carro jefe”. Así de chingones son en Monterrey.

Tejana. Sombrero vaquero de paja.

Chingón: Chulo, presumido, echado para adelante.

“Me agarraste en curva”: Me pillaste desprevenido, de sorpresa.

“Me choca”: Me cae mal, me desagrada. “Me choca esa morra”.

Morra: Chica, chavala, mujer.

Meterse hasta la cocina: Entrometerse, en España en las carreras de coches y motos se le dice así cuando alguien se pasa de frenada.

Wacha: Mira eso (del inglés mirar watch).

Checar: Comprobar, casi se usa como el término anterior. “Checa tu cel te mande un wasap”.

Aleluyo: Fanático religioso, miembro de una secta, testigo de Jehová. “Ya están los aleluyos en la puerta chingando”.

Fichita: Persona poco recomendable, de cuidado. “El chavo le salió un fichita doña”.

Alhajita: Persona de comportamiento dudoso, lo mismo que fichita.

“Bueno para nada”: Inútil. En gallego se diría: “Un Xan de ninguén que vai pra ningures”. “El novio de su hija es un bueno para nada”.

José Juan Aparicio.
9-Junio-2016.





miércoles, 1 de junio de 2016

El Oro Nazi de Mademoiselle María.



El Oro Nazi de Mademoiselle María.

Cuando las verdades te explotan de repente en la cara, no suelen venir relacionadas con ningún asunto grato.
“Y fueron las decepciones
  las que mataron a mi ilusión”
Dice un corrido.
Había pasado medio siglo más o menos, cuando a mí, en la Plaza de San Fernando (la de la catedral) de Tui, pasando por una de las puertas del Convento de La Milagrosa, me sacudió una evidencia bastante molesta. Así de pronto, algo que estaba en tus narices toda la vida se revelaba.
La Segunda Guerra Mundial duró de 1939 hasta 1945 y París fue liberado de los cuatro años de ocupación alemana (nazi) en 1944.
En este punto voy a reproducir un artículo del ABC:

París hizo el amor y no la guerra en los cuatro años de ocupación alemana

POR JUAN PEDRO QUIÑONEROCORRESPONSALPARÍS. París, ocupado por la Wehrmacht entre 1940 y 1944, fue el escenario de una «revolución sexual» desconocida, hasta hoy, donde las mujeres se «emanciparon» a

Actualizado 17/04/2009 - 02:48:01
POR JUAN PEDRO QUIÑONERO
CORRESPONSAL
PARÍS. París, ocupado por la Wehrmacht entre 1940 y 1944, fue el escenario de una «revolución sexual» desconocida, hasta hoy, donde las mujeres se «emanciparon» a una velocidad vertiginosa y los homosexuales gozaron de una «liberalidad» censurada tras la Liberación. Ésa es la tesis central de un estudio sin precedentes, «1940-1945, Années érotiques», del historiador Patrick Buisson, consejero íntimo y muy influyente de Nicolas Sarkozy.
Buisson dirige la cadena «Histoire» y ha trabajado, durante años, compilando material de archivos policiales, correspondencias y diarios íntimos, periódicos, memorias de escritores célebres (Montherlant, Cocteau, Jünger...) intentando responder a una pregunta simple y brutal: ¿cómo se comportaron sexualmente los franceses, de la más distinta sensibilidad erótica, durante la Ocupación nazi...? La Wehrmacht hizo prisioneros a dos millones de franceses, arrastrados hasta los campos de concentración. La Resistencia fue una realidad heroica para miles de personas. Millones de franceses se acomodaron como pudieron a una realidad trágica.
Patrick Buisson ha intentado descubrir y comprender el comportamiento amoroso de millones de francesas, en París y en toda Francia. Su estudio arroja una luz insospechada: «Infinidad de adolescentes y mujeres jóvenes se arrojaron en los brazos de los soldados y oficiales alemanes, tocados por el prestigio del ocupante y su prestancia física».
Los amores de la elite
Entre la elite intelectual fueron legión las mujeres célebres que pronto encontraron amantes entre los oficiales de la Wehrmacht. Marguerite Duras oscilaba entre el recuerdo de su esposo, en Buchenwald, y un novio oficial alemán. Coco Chanel se instaló en el Ritz, acompañada de un oficial del Alto Estado Mayor. Arletti, la célebre cantante, hizo la confesión más célebre: «Mi corazón es francés. Pero mi c... es internacional».
Buisson describe una «revolución sexual» que tiene muchos rostros. Mujeres «emancipadas» y felices con un amante soldado alemán, que, al mismo tiempo, ofrece a su familia apreciable apoyo material. Mujeres cosmopolitas que alternan alegremente, en los cabarets y salones de la alta sociedad. Mujeres modestas (campesinas, trabajadoras) que encuentran amor, compañía y libertad en brazos de un soldado alemán.
La «revolución sexual» descrita por el influyente consejero de Nicolas Sarkozy tiene muchos otros flecos: proliferación de prostíbulos y servicios de higiene, apertura de cabarets, «liberalidad» absoluta hacia los homosexuales, que jugaron un papel político significativo en la periferia del gobierno de Vichy, donde el general Petain encarnaba la Francia entregada a Hitler.
La «alegre» vida nocturna del París ocupado terminó en una pavorosa tragedia. Los diarios de Jünger cuentan en callado escorzo el melancólico fin de algunas historias de amor. Liberada Francia, gaullistas y comunistas impusieron una implacable depuración. Millares de mujeres acusadas de haber tenido relaciones con soldados alemanes fueron rapadas y perseguidas a pedradas, por las calles.

El nuevo «orden moral» iría más lejos. Los cabarets florecientes durante la Ocupación fueron cerrados. La «emancipación» de mujeres y homosexuales sufrió la condena implacable de la «revancha machista», dice el historiador. El regreso al hogar de los soldados y prisioneros franceses precipitó el fin de la «vida disoluta». Con los jeeps, los cigarrillos y las medias de seda de los boys americanos se abría una nueva página de la vida nocturna de París. 
Ya se sabe que las duras adversidades de la guerra suelen sacar a relucir, muy a menudo, lo mejor y lo peor del ser humano.
El caso es que en Francia y en los demás países ocupados y en conflicto hubo –no quedaba más remedio- resistencia incluida, una forzada convivencia con el enemigo, en el caso de París alemán.
En esas circunstancias, espionajes, traiciones, métodos varios de recabar información, daños colaterales etc, la gente de a pie sobrevive o prospera según la suerte, las circunstancias que le toquen, el estomago que tenga o el don de la oportunidad que gaste.
Los soldados nazis follaban y había como en botica de todo heteros, homosexuales y demás. Los franceses también follaban y en esos tiempos era más conveniente hacerlo con el dueño del supermercado. Los maridos miraban para otro lado, los padres y hermanos o hermanas también: “Dame pan y dime tonto”.
Con esa inercia cierto tipo de liberación empezó a ser vista con condescendencia en una Francia hasta la fecha bastante mojigata.
De niño a mí, en la España franquista me mandaron a aprender francés con una profesora nativa que daba clases en la buhardilla –muy bohéme- de encima de mi casa.
Lo aprendí bien y me sirvió en toda la France y para todo durante varios años.
Mi profe era ya entonces una señora tirando a mayor, cosmopolita, simpática, cariñosa y agradable.
Me dio clase muchos años y cuando volvía a Tui de Madrid, dónde estudie, iba a visitarla al convento dónde vivía y siempre me invitaba a una copita de Oporto.
La mujer nunca dijo su nombre y quería que le llamasen “Mademoiselle” (señorita en francés) o María, en plan genérico.
Ahora me regreso a la Catedral dónde de repente PUMMMMMM!!!!! Digo: “Joder con el puzle, si ya me encaja todo”.
“Mademoiselle María” apareció por Tui justito después de que París –ciudad dónde vivía- fuera liberada de la ocupación nazi en 1944.
Venía de institutriz –muy Mary Poppins- para la casa del jefe del contrabando en el bajo Miño, un tipo cordial que mantenía contactos con el “eje del mal”, con el “generalísimo”, con la PIDE (policía política portuguesa) y con quien hiciera falta con tal de ganar un chavo.
“Por ahí salió el peine”, dirían en Mex.
El empleo de institutriz duró hasta que a la mujer de aquel “peixe” se le inflaron los ovarios y botó a la francesa.
Entonces mi profe alquiló una casita cerca de la de mi abuela, en un barrio de Tui. Así se hizo amiga de mi familia.
Luego empezó a dar clases.
En una post guerra de España y mundial lo de institutriz y las clases no daban ni pa pipas.
Aunque lo disimulaba, pues llevaba una vida discreta y austera aquella doña siempre anduvo bien de “cash”. Hasta les regalo a las monjitas –otras que siempre andan al tanto de todo- un carro, un Renault 4L nuevecito del trinque.
El oscurantismo de aquella época ponía un sutil velo a una realidad más que evidente.
Resumiendo en París la maestra –sí o sí- tomó partido por el bando dónde estaba el parné.
Según decía ella –que provenía de una familia bien y adinerada- ya tenía posibles y decidió girársela a favor del enemigo para conservar lo suyo y probablemente aumentar el patrimonio.
Ya se sabe, delaciones, saqueos a familias también ricas que colaboraban con la resistencia, evasión de capitales –aquí entra el contrabandista- algo normal en una época y en un París dónde con plata todo era posible. Convertir joyas de los pillajes en activos o en lingotes pequeños de los de joyería era un juego de niños.
“Blanco y en botella”, mi “Mademoiselle”, mi adorada profe, me dio en la torre cincuenta años después y ya muerta, cuando paseando por la catedral caigo del burro.
Seguro estoy que la mayoría de los de mi pueblo –muy listos no son- siguen en la berza al respecto.
Pues mi francesa se la giró de colaboracionista y cuando –liberado París- empezaba la evidente purga mi María agarró el oro y se fue.
Por lo que contaba no se si su mamá salió tan bien parada.
Con algún contacto alemán aterrizó en mi pueblo, en un país del eje fascista.
Con oro y en casa de un contrabandista es todo más fácil, el tipo encantado de hacer las transas y cobrar en oro o en cuerpo-matic. Por transformar lingotes en billete verde.
“La traición jode mas porque nunca viene de un enemigo”.
Muerta la seño dejó su casita en ruinas del Barrio de Riomuiños a las monjas de La Milagrosa.
Pero no se si nadie pensó –monjas incluidas- y mira que esas piensan mucho en su soledad y recogimiento, que detrás de una piedrita de las paredes maestras puede estar guardado todavía hoy, lo que queda de:
“EL ORO NAZI DE MADEMOISELLE MARÍA”.
Dado que las circunstancias de lo sucedido aconsejaban discreción y ahorro.
Estoy pensando en comprar la casa para desmontarla piedra a piedra, aunque lo del oro manchado de sangre me echa un poco para atrás.
En cualquier caso no estaría mal cenar en La Tour D´argent en París, mirando al Sena a cuenta de “Mademoiselle” escuchando al acordeón ese clásico del Moulín Rouge “Nous sommes arrivés a París”.
Brindando con vino de Oporto:
“Santé ma cherie professeure”.

José Juan Aparicio.
 1-Junio-2016.