PERROS GAMBERROS

Perros Gamberros.

No soy “Encantador de perros”, se me dan mejor otro tipo de mamiferas.

_ “Los perros aquí (en el parque), tienen que ir con correa y además no pueden cagar”. Me afea la conducta un parado-jardinero en un parque público, ejerciendo su pequeña parcela de poder.

No llevo nunca esas bolsitas de recoger la mierda de perros, porque sólo he recogido mierda de enfermos o personas mayores en  mi vida. Además se que esos residuos son biodegradables. Y que a los niños les alimentan muchos. Es el puto argumento de los papas- memos de hoy en día, enfermedades y tal. Los menores en la naturaleza ancestralmente se han inmunizado de esa manera.

“Ya se lo explique varias veces, pero no lo pillan”. Le contesto a aquel empleado municipal, metiéndome lo mas posible para dentro mi sonrrisita. “Además si quieres parte de la mierda no hace falta que se la des toda al alcalde, puedes quedarte algo para ti”. “Chao”.

No se si le convencí o todavía se lo piensa, pues se quedó  cavilando.

Me regreso al principio. Mi manada de dos va delante, detrás mía o parejos, según se les pegue la gana.

Yo al llegar al carro los espero un ratico pequeño y punto. No fallan, salvo casos de perras en celo claro.

El tipo delgado, macarrilla se diría en el pleistoceno, tenía un brazo en cabestrillo –resultado de su última pelea seguro- y se levantó del banco corriendo: “Me cago en dios” decía.

Levanto la vista del libro, justito para darme cuenta de que “Rubio”, uno de los alfa de mi manada de tres con cuatro jefes se baja de “la moto” una preciosa Bulldog francesa y escapa corriendo ante la furia de aquel elemento. Cuatro patas corren más que dos.

Al llegar al lugar de los hechos con otra sonrisa, esta si muy difícil de ocultar, otra reprimenda:   -“Hay que llevarlos atados”, con mala baba y por el colmillo superior. Me dice el imbécil.

 -“Igual que estaba (desatada) tu princesa, contesto”.

-“Porque tengo el brazo roto que si no……….”

- “Ya, ya, relájate güey”.

Lo pior (en mex peor) que se le puede decir a un exaltado.

-        “¿Cómo, me voy a cagar…….?”

-        “¿Tu de cual fumaste hombre?”. Lo segundo peor a decirle a un energúmeno.

-        “Ahora si que…..”

-        “Chao”.

Y lo dejo agarrando a su “Cuki” y jurando en hebreo venganzas promesas de volver, volver y tal. Sólo le faltaban Vicente Fernández y sus mariachis.

Ya finalizando el paseo a unos doscientos metros, veo venir a un cachas,cuantos hay carajo, estilo portero de La Luna, cabeza rapada, armario de 2x2, camiseta de alzas enseñando tatuajes étnicos, pantalón negro de adidas del real Madrid con tres banditas en oro a los laterales y zapatillas baratas del decathlon. Con un pitbull cogido de la correa.

Songo y Rubio con una vista excelente en blanco y negro se aperciben de su compadre y salen p´allá “quemando llanta”, esta vez es el negro el que amablemente se “sube en la moto” del otro alfa.

El culturista tironea amablemente de la correa intentando zafarlo, mientras yo pienso:

“Vaya día con este par de gamberros y además este tiene los dos brazos sanos”.

José Juan Aparicio.

29- Marzo-2015.