“Bajañí”, “Buscandí”: Así, entre otras muchas formas, le
dicen los gitanos a la guitarra.
Los instrumentos musicales, después de los celulares, son
los artículos más vendidos por Internet.
Todo el mundo, algún día dice: “Voy a aprender guitarra o
saxo”. Compran instrumento, estuche, método y demás. Luego, la mayoría, al ver
la distancia entre ellos y Mozart desiste y muchos venden.
“La
Flamenca ” llevaba día y medio en Milanuncios cuando sonó el
cel del “Güero”.
-“Si, yo llamaba por lo de la guitarra”.
- “Claro, es flamenca y está muy bien. Sin funda”.
El estuche rígido ya lo había vendido, pero eso es un pecado
venial”.
-
“No,
no bajo nada el precio es fijo”.
Que si, que bueno, que si el hijo rockero y que si las
arañas. Total que el fulano se arregló para venir a verla.
-
“Ok
mañana a las cinco de la tarde”.
Lo malo es que al dueño, después de poner el anuncio le
había dado por cambiar la sexta rota, afinar y ponerse a tocar.
Y entre rola y rola “La Cañi ” va y le dice:
-“Si me vendes te va a ir de la chingada, pero si me dejas
en paz nos vamos –como siempre- a sacar una feria para ir tirando”.
-“Carajo chula que el otro día fui con el acordeón a Cangas
y ni me dejaron tocar en los cinco restaurantes que estaban llenos. Ta la cosa
del nabo”.
-“Tu tranqui wey, que divorciarnos después de treinta años
ni modo, ya ves que te pase lo de los cuernos con esa electro-acústica de
mierda (la otra guitarra amplificada)”.
-“Bueno ya veremos”.
(Juanito Álvarez y su hijo que actualmente lleva el taller)
Al presentarse aquel fulano en su Mazda 4X4 y bajarse “todo
lleno”, al güero le dio que no iba a vender su guitarra a aquel mamón, ni a
“Juan de la Chingada ”,
ni a nadie.
Pero estaba allí, había quedado con el fulano y ni modo.
Sacó la guitarra del maletero y la puso en manos de aquel
tarugo.
-“Está muy rota y no creo que valga tanto”.
- “Está rebién y suena del carajo, afina perfectamente y
mira que tuneado mex lleva”.
Y ya sin querer vender:
- “Lo malo que el otro día se cayó en la feria y se hicieron dos
rajas más”.
-“Aún encima dice el otro, así vale menos, te doy 70€”.
Recuperando la guitarra de las manos del individuo el
guitarrista contestó:
-“No bajo nada, lo siento, gracias”. Y se dirigió a su
carro.
-“Espera, 75€, no se hable más”.
-“Gracias, te dije que no bajo ni 1€”.
Y el otro renecio:
-“Un momento, a que tanta prisa”.
Entonces, ya al lado del coche y sin ver salida al asunto nuestro amigo vio la luz, hizo como que apoyaba
–mal colocada, con toda la intención- la guitarra en la puerta del coche y esta
se fué al suelo estrepitosamente.
-“Lo que faltaba, ahora no vale ni 50€”, dijo el supuesto
comprador”.
-“Se cayó sin querer, a ver como la vendo ahora, gracias,
chao”.
Y arrancó como alma que lleva el diablo mientras el capullo
balbuceaba:
-“Espera, los noventa no están tan mal”.
-“Espera, los noventa no están tan mal”.
-“Serás pendejo le gritó “La Flamenca ”, pero verás
como volvemos a hacerla igual que siempre”.
-“Que carajo quieres que hiciera, aquel mamón nos quería
fregar sí o también”.
“Te lo digo llorando de rabia
No volvereeeeeeeee”.
Dos de la mañana , botas amarillas de avestruz, cinturón
imitación de lagarto, tejana negra y camisa roja norteña, en un Puti-club de la
entrada de Pontevedra, después del “Parche” el wero y su guitarra descansaban
apoyados en la barra tomándose el cubata que le había invitado el borracho de
turno.
-“Bueno no está tan mal, 150 pavos y aún nos queda por hacer
un putero, eso si afíname que cuando vas mamado no te enteras. Y ni se te
ocurra invertir aquí, con estas”.
-
“¡Pero
si me están dando de comer!!!!!”.
En esto Mauri, una colombiana requetemilpiedras pone su
piernota encima de la del músico comentando:
-“Con los bien que cantas te hago precio amor”.
-“Gracias cariño, voy a ahorrar, pero de la semana que viene
no pasa, estás cañón”.
José Juan Aparicio.
3-Octubre-2017.
PD: Y así fué como “La Flamenca ” y “El Güero” prolongaron su amor por
los siglos de los siglos, hasta que tres plomazos los separaron
definitivamente. Pero esa ya es otra historia.
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