Entradas populares

Vistas de página en total

sábado, 11 de noviembre de 2017

DITERAS



DITERAS

Ditera: Vendedora a plazos. La que cobra la dita. Prestamista con usura sería un término más exacto.
Un oficio muy literario y costumbrista que no se presta a desaparecer fácilmente. Es un término femenino, por ser una profesión, casi exclusiva de mujeres.
Prosperaron extraordinariamente en la post guerra española y actualmente es un oficio apreciado y hasta reputado entre las comunidades de emigrantes, sobre todo las latinas.
Curanderas, adivinadoras, brujas, videntes, prostitutas y entre el género masculino  estraperlistas, taxistas y contrabandistas eran profesiones que se alternaban con el préstamo.
“Ay doña Sole, que me hacían falta unos pesitos para el refri, si seño usado claro”. Y la colombiana se los entrega y va cobrando a plazos y con réditos la deuda. No suele haber problemas mayores. En este oficio, aquí, no se necesitan sicarios.
“Mire doña Amada necesitaba vender mi abrigo de astracán y claro, vine por su discreción y porque usted comprende mejor nuestra posición”. La pijo-tiesa de Goya 45-4º izq no quería ponerse en evidencia y en el 1945 de la era franquista el hambre merodeaba en Madrid, sin respetar barrios, portales ni descansillos de escalera.
Aquí la ditera ganaba por partida triple, comisionando en la venta, la compra y el adelanto.
“Si claro Felisa, total discreción, como no, hoy le adelanto 200 ptas, que con réditos se las descuento cuando venda el abrigo”.
El astracán cambiaba de percha, dejando a doña Amada buenas comisiones.
“Por favor Amada, ya sabe que Lina (la cupletista) es una presumida bocazas y como se entere mi mujer de lo del abriguito, se hace uno con mi piel”. Así se confesaba con la ditera uno de sus abogados favoritos, con despacho en Serrano 12.
“Don Camilo, por favor, que semos profesionales contesta la gitana”.
Y entre carambola y porcentaje, a costa de los necesitados esta gente -no habría que olvidar a los hábiles “Pasadores” de la frontera lusa- se hicieron con verdaderas fortunas.
Conozco de cerca a los que cambiaron de país las joyas, bienes y “notas” (en portugués billetes) en una noche, cuando la Revolución de los Claveles en Portugal, dónde a fachas, PIDES (policía política), todo tipo de polis y burócratas corruptos les entro la prisa por lo de las posibles represalias.
Las modernas diteras venden Stanhome, Herbalife, vajillas, aspiradoras, cremas y demás pendejadas a plazos salvajes para compañías americanas y bancos.
En Mex, toda Sudamérica, África, Asia y en todo el mundo es una figura de máxima actualidad, pues estas gentes financian prácticamente al cien por cien de los inmigrantes ilegales de donde quiera que vengan y para dónde diablos vayan.
“Si Panchito, claro que tendrás tu lana, pero le dices a Chucho que si te friegan en el camino – te lleva la chingada, que diosito no lo quiera- o si te agarra la migra él, tu primo, tendrá que pagar igual desde Phoenix”.
“Ni modo Doña Jose, ya sabe que yo le cumplo y que si me la acabo, mi carnal también y muchas gracias”.
Y Panchito se fue ilusionado y tranquilo a chambear al gabacho (USA), estando seguro  de que iba a pagar si o también.
Sobre todo porque en Mex, para que cuadren mejor las cuentas, las diteras, si que tienen uno o dos “cobradores” a mano.

José Juan Aparicio.
11-Noviembre-2017.


No hay comentarios:

Publicar un comentario