Hacha de piedra, lapas y navajas.
En el mesolítico (edad de piedra) que viene a caer entre el paleolítico
y el neolítico, o sea en la mitad de esa parte de la prehistoria, se dieron
cambios importantes en la conducta del ser humano: Aparece el perro como animal
doméstico, más bien como ayuda sobre todo en la caza, la cerámica y los
principios de la ganadería y la agricultura, también se producen cambios en los
sentimientos y formas de pensar.
La agricultura y la ganadería (un vivo ejemplo de la
perversión y la bajeza de los hominidos al servicio de su comodidad e
intereses) fueron en mi opinión los principales factores que llevaron a la raza
humana a convertirse en la peor plaga de la tierra superpoblando
artificialmente este planeta.
En una playa de la costa gallega, en esa era de la
prehistoria un perro recorre el arenal observando las inmersiones y vigilando la
cabeza de su amigo cuando este sale a la superficie, aquel tipo, un observador
de la naturaleza fue de los primeros en tener contactos positivos con los lobos
hasta que –digamos- adoptó uno, aunque en realidad fuera al revés. Esto, esta
ventaja no buscada, le reportó algunos privilegios alimenticios, que junto a su
habilidad –no frecuente por entonces- en el buceo le permitía mariscar con
marea alta las navajas, que con agua encima y habilidad son más fáciles de
sacar. A su vez los alimentos traían – “la vida misma” que dice una zorra
conocida mía- ventajas en la obtención de favores sexuales.
Por aquel entonces se empezaban a guardar los alimentos, no
perecederos –frutos secos sobre todo- de cara al invierno y a épocas de
escasez. Este hecho creo la necesidad de una gestión de recursos y el
nacimiento de unas jerarquías, que –habilidades del homo habilis- para no
variar en tiempo ni en el espacio, eran copadas por gestores que suele ser
gente que sólo aporta su habilidad para la división: “To pa mi y una mierda pa
ti”.
De ahí al nacimiento del pecado capital de la envidia y de
los celos sólo hubo un pasito.
GRRRRR que era un macho de 27 años recolectaba lapas con su
hacha de piedra, no se le daba muy bien el marisqueo y gestionaba almendritas y
nueces en invierno. Estaba agachado en las rocas mirando feo como SICHHH
buceaba, la peor parte era cuando el otro salía del agua con una bolsa de cuero
llena de navajas, un fruto del mar mucho más rico que las lapas.
El lobo jaleo la salida de su amigo cuando esos dos nuevos
sentimientos (envidia y celos) empañaron momentáneamente la visión de GRRRRR. Que
amontonaba en el suelo media docena de lapas.
Este era un Cromagnon alto rudo y fuerte, mientras su vecino
de la misma raza aparentaba menos, más bajo, compacto estilizado, pero más ágil.
Se saludaron de voz y GRRRRR un elemento de por si tosco
empleó un tono tirando a agresivo que no agrado al lobo que roño por lo bajini
pero notoriamente hasta que SICHHH le acarició la cabeza.
Los dos llevaban un hacha pequeña de mano hecha de piedra, un
cuchillo enmangado de silex y una lanza cada uno.
Al llegar a lo alto del monte desde dónde se divisaba la desembocadura
de un río y estaba el poblado la gente celebró manifiestamente la cosecha de
navajas de uno ignorando praticamente las lapas del que ya podemos llamar
contrario.
La noche no ayudo a limar asperezas pues el buceador tocó
unas profundidades femeninas que el otro güey también anhelaba.
La envidia y los celos no sólo acababan de nacer, sino que
alcanzaban pronto su mayoría de edad.
Al siguiente día en el camino de bajada al mar –y no por
casualidad- coincidieron, pero aquel lobo no se despegaba del cabrón del
mariscador pensó GRRRRR.
Sólo al final de la jornada cuando AUUUUUUUU perseguía un
conejo monte arriba, abandonó momentáneamente a su amigo que saliendo del mar
esquivó instintivamente la lanza de su rival con el agua por los tobillos. Este
agarró el cuchillo con la derecha y el hacha de mano con la izquierda.
SICHHH, solo llevaba enredada en la cintura su hacha que
usaba como lastre para bucear mejor. Viendo lo visto la soltó y la asió con su
diestra. Intento silbar para llamar al lobo –cualquier ayuda vale si te quieren
dar piso- pero con la boca mojada no pudo.
Salió pues a la orilla dónde aquel hijueputa destilaba una
mezcla de ira y odio que salía por su boca en forma de espuma.
Esto me puede ayudar, pensó el buceador cuando GRRRRR le
tiro un primer viaje al cuello con el cuchillo que SICHHH amago, agachándose y
soltando su hacha en arco hacia la parte baja y lateral de sus costillas. Al
acompañar el movimiento con el peso del cuerpo la percusión de la piedra en el
esternón rompió dos costillas y el otro paró en seco sólo un momento. “O acabó
de rapidin o me chinga” pensó en un segundo SICHHH.
Segunda embestida, esquivar, zancadilla, GRRRRR en el suelo ofreciendo un
blanco espectacular justo en la puta coronilla de la cabeza. Allí dónde en un
micro segundo se clavó la punta del hacha de piedra perforando el cráneo de un
oponente que ya no lo era.
Había emprendido un viaje sin billete de vuelta, justo
cuando AUUUUUU llegaba con un conejo en la boca.
Aquel tipo comprendió que los clanes y los sentimientos
emergentes no eran lo suyo, recogió sus armas y herramientas de la arena, también
la bolsa con los frutos que le había arrancado al mar y empezando a caminar –con
el lobo al lado- en dirección opuesta al poblado le dio un nuevo rumbo a su
existencia, lejos de la tribu.
José Juan Aparicio.
10-Septiembre-2016.
Nota: Pescar navajas
a pulmón. Yo lo he hecho en la
Playa de Barra, con la marea alta, las navajas en la playa –no
así en arenales fangosos- siempre están cubiertas por el agua. Se pescan mejor
con plomos y equipo pero se puede hacer “A pelo”. Al respirar el bivalvo suelta
unas burbujitas que lo delatan y se nota el agujero dónde está enterrada. Tienes
que usar los dedos índice y medio –mejor con un guante de neopreno o malla-
para sacarla enterrándolos perpendicularmente a dónde se supone que esta la
navaja (ojo que corta) y en un movimiento rápido y preciso empujarla hacia
arriba y agarrarla. De ahí al plato.
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