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sábado, 10 de septiembre de 2016

Hacha de piedra, lapas y navajas.



Hacha de piedra, lapas y navajas.

En el mesolítico (edad de piedra) que viene a caer entre el paleolítico y el neolítico, o sea en la mitad de esa parte de la prehistoria, se dieron cambios importantes en la conducta del ser humano: Aparece el perro como animal doméstico, más bien como ayuda sobre todo en la caza, la cerámica y los principios de la ganadería y la agricultura, también se producen cambios en los sentimientos y formas de pensar.
La agricultura y la ganadería (un vivo ejemplo de la perversión y la bajeza de los hominidos al servicio de su comodidad e intereses) fueron en mi opinión los principales factores que llevaron a la raza humana a convertirse en la peor plaga de la tierra superpoblando artificialmente este planeta.
En una playa de la costa gallega, en esa era de la prehistoria un perro recorre el arenal observando las inmersiones y vigilando la cabeza de su amigo cuando este sale a la superficie, aquel tipo, un observador de la naturaleza fue de los primeros en tener contactos positivos con los lobos hasta que –digamos- adoptó uno, aunque en realidad fuera al revés. Esto, esta ventaja no buscada, le reportó algunos privilegios alimenticios, que junto a su habilidad –no frecuente por entonces- en el buceo le permitía mariscar con marea alta las navajas, que con agua encima y habilidad son más fáciles de sacar. A su vez los alimentos traían – “la vida misma” que dice una zorra conocida mía- ventajas en la obtención de favores sexuales.
Por aquel entonces se empezaban a guardar los alimentos, no perecederos –frutos secos sobre todo- de cara al invierno y a épocas de escasez. Este hecho creo la necesidad de una gestión de recursos y el nacimiento de unas jerarquías, que –habilidades del homo habilis- para no variar en tiempo ni en el espacio, eran copadas por gestores que suele ser gente que sólo aporta su habilidad para la división: “To pa mi y una mierda pa ti”.
De ahí al nacimiento del pecado capital de la envidia y de los celos sólo hubo un pasito.
GRRRRR que era un macho de 27 años recolectaba lapas con su hacha de piedra, no se le daba muy bien el marisqueo y gestionaba almendritas y nueces en invierno. Estaba agachado en las rocas mirando feo como SICHHH buceaba, la peor parte era cuando el otro salía del agua con una bolsa de cuero llena de navajas, un fruto del mar mucho más rico que las lapas.
El lobo jaleo la salida de su amigo cuando esos dos nuevos sentimientos (envidia y celos) empañaron momentáneamente la visión de GRRRRR. Que amontonaba en el suelo media docena de lapas.
Este era un Cromagnon alto rudo y fuerte, mientras su vecino de la misma raza aparentaba menos, más bajo, compacto estilizado, pero más ágil.
Se saludaron de voz y GRRRRR un elemento de por si tosco empleó un tono tirando a agresivo que no agrado al lobo que roño por lo bajini pero notoriamente hasta que SICHHH le acarició la cabeza.
Los dos llevaban un hacha pequeña de mano hecha de piedra, un cuchillo enmangado de silex y una lanza cada uno.
Al llegar a lo alto del monte desde dónde se divisaba la desembocadura de un río y estaba el poblado la gente celebró manifiestamente la cosecha de navajas de uno ignorando praticamente las lapas del que ya podemos llamar contrario.
La noche no ayudo a limar asperezas pues el buceador tocó unas profundidades femeninas que el otro güey también anhelaba.
La envidia y los celos no sólo acababan de nacer, sino que alcanzaban pronto su mayoría de edad.
Al siguiente día en el camino de bajada al mar –y no por casualidad- coincidieron, pero aquel lobo no se despegaba del cabrón del mariscador pensó GRRRRR.
Sólo al final de la jornada cuando AUUUUUUUU perseguía un conejo monte arriba, abandonó momentáneamente a su amigo que saliendo del mar esquivó instintivamente la lanza de su rival con el agua por los tobillos. Este agarró el cuchillo con la derecha y el hacha de mano con la izquierda.

SICHHH, solo llevaba enredada en la cintura su hacha que usaba como lastre para bucear mejor. Viendo lo visto la soltó y la asió con su diestra. Intento silbar para llamar al lobo –cualquier ayuda vale si te quieren dar piso- pero con la boca mojada no pudo.
Salió pues a la orilla dónde aquel hijueputa destilaba una mezcla de ira y odio que salía por su boca en forma de espuma.
Esto me puede ayudar, pensó el buceador cuando GRRRRR le tiro un primer viaje al cuello con el cuchillo que SICHHH amago, agachándose y soltando su hacha en arco hacia la parte baja y lateral de sus costillas. Al acompañar el movimiento con el peso del cuerpo la percusión de la piedra en el esternón rompió dos costillas y el otro paró en seco sólo un momento. “O acabó de rapidin o me chinga” pensó en un segundo SICHHH.
Segunda embestida, esquivar,  zancadilla, GRRRRR en el suelo ofreciendo un blanco espectacular justo en la puta coronilla de la cabeza. Allí dónde en un micro segundo se clavó la punta del hacha de piedra perforando el cráneo de un oponente que ya no lo era.
Había emprendido un viaje sin billete de vuelta, justo cuando AUUUUUU llegaba con un conejo en la boca.
Aquel tipo comprendió que los clanes y los sentimientos emergentes no eran lo suyo, recogió sus armas y herramientas de la arena, también la bolsa con los frutos que le había arrancado al mar y empezando a caminar –con el lobo al lado- en dirección opuesta al poblado le dio un nuevo rumbo a su existencia, lejos de la tribu.

José Juan Aparicio.
10-Septiembre-2016.

Nota: Pescar navajas a pulmón. Yo lo he hecho en la Playa de Barra, con la marea alta, las navajas en la playa –no así en arenales fangosos- siempre están cubiertas por el agua. Se pescan mejor con plomos y equipo pero se puede hacer “A pelo”. Al respirar el bivalvo suelta unas burbujitas que lo delatan y se nota el agujero dónde está enterrada. Tienes que usar los dedos índice y medio –mejor con un guante de neopreno o malla- para sacarla enterrándolos perpendicularmente a dónde se supone que esta la navaja (ojo que corta) y en un movimiento rápido y preciso empujarla hacia arriba y agarrarla. De ahí al plato.





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