“Ya
se como masca la iguana”.
“Te voy a tirar al río”. Me dijo hoy un güey que
perdió la paciencia, telefónicamente, conmigo. Necesitaba mi firma para no se
que chingado negocio y como está acostumbrado a ir de cacique en su pueblo de
Segovia, no le gusta oír que “no”, ni tampoco vaciar su bolsa.
“Sí, voy por ahí, comemos y me firmas”. Insinuó como
cuando anda en modo generoso matándole el hambre a sus lacayos.
Pero es que yo, mi hambrita me la mato solo,
además me muero en la raya si hace falta.
Así que
mi firma, como la de los notarios, para el que la quiera – si me acomoda que
diría el Capitán Alatriste – vale plata.
Y o pagas o te chingas, porque lo del río, puede
ser, a lo mejor, pero antes muerto.
De momento búscame en google, que te voy a dejar
cociendote en tu propia salsa unos días y para cuando me encuentres, si lo
haces, que Dios reparte suerte.
Mientras tanto tendrás noticias, seguro que te
encantan –con mucha cremita- de mi abogada.
Y por si venías tanteando, ya te enteraste “De
que lado masca la iguana”. Dirían en México.
José Juan Aparicio
15-Abril-2015.
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