TATUAJES
PIERCINGS Y DEMÁS PENDEJADAS.
El carnicero portugués
llevaba tatuada una gran carabela en el cuello y la cajera del hiper una rosa
de los vientos en el brazo izquierdo y un texto en japonés en la muñeca derecha
todo muy “cool” para dos “countrys” de la montaña portuguesa que creen que
Vasco de Gama es un rapero brasileño.
La taquillera de un baile
para viejos –como yo- trae la nariz atravesada por un alambrito rematado por
dos bolas, una ceja con un arete y debajo del cuello y en las muñecas motivos
diversos de dragones y mazmorras en technicolor. Aparte de esto la chava es un
tapón de metro cuarenta, ya de por sí, sin ayudas externas, más fea que pifio. No
me extraña que a la semana siguiente la cambiaran por un bombón sin añadidos
gráficos.
Y eso que la clientela ya
tira de grafitis en la piel que da gusto: ”Yo tengo un amigo tatuador”, dicen esos
majaderos. Con el mismo orgullo que si tuvieran entre sus amistades a un
marginal tipo Jack Sparow.
Gitanos y payos y en general
toda la raza blanca practica ese deporte, no he visto negros, será que el fondo
del cuadro no es el adecuado.
Parece ser que si no llevas,
como llevaron siempre los presidiarios, las putas y los polinesios nada tatuado
no estás al día.
También convienen los
aditamentos como pulseritas varias, collares y accesorios étnicos en general. Y
si perforas tu anatomía por varios lados con alambres mejor. Curiosamente todos
esos “machitos” de figurín llevan “mariconera” en bandolera, el antiguo modelo
de mano con cintita para la muñeca muy de moda entre los rufianes de puti club
pasó de moda.
Yo ya había dejado lo de la
medallita al cuello hace tiempo, las llevo en la cartera. Pero el domingo
pasado me ofrecieron una medalla de la Virgen de Guadalupe de Mex y como a la
patroncita no le digo que no la compré en el acto sin regatear, la puse en una
cadenita de plata que tenía para vender y al cuello.
Al menos la jefa sabrá darme
ese empujoncito que siempre me ha dado cuando el loberio aúlla a mí alrededor.
Ya me lo dijeron por allá
que voy protegido bajo su manto.
Si no como chingados
seguiría respirando todavía en este infierno pre- apocalíptico que nos ha tocado a los de esta era.
José Juan Aparizio.
16-Octubre-2022.
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