Con los huevos de corbata.
Ya se que a la gente en estos tiempos de miedo el humor
negro le cae faltal.
A los asépticos de la información menos.
Pero me vale madre.
Siempre me tocaron las pelotas los acojonados. Y ahora lo
son todos.
Yo me muero dónde quiera. Tampoco que me empujen. Y en esta
mierda que vino o nos mandaron no hay muchas posibilidades. Te toca o no. O te
pierdes por el monte, que no te dejan.
Que hay que luchar hasta el final, claro.
Ahora, los del “buen rollito”, no pasa na y los cánticos de
balcón ya me joden.
Si yo caigo, ni modo, adiós, ta lueguito, bye. “Hola
pelona”. “No, no bailo”.
Espero como le auguró a Sabina un mesero del Tenampa: “Que
el cura que me de la extremaunción aún no sea monaguillo”.
Pero si se tuerce mucho la cosa, la merita verdad, solo me
joderían una cosa. El futuro de mi perro.
Las demás pendejadas, son cositas para hacer con tiempo del
que ahora sobra y antes no llegaba.
José Juan Aparizio.
3-Abril-2020.
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