AIRE ACONDICIONADO.
Mi hermana Rita acaba de escribir un articulo en S. MODA (El
PAIS): La batalla del
termostato: ¿está el aire acondicionado hecho a la medida de los hombres?
Rita Abundancia.
Interesante y bastante científico.
Como es un tema que me interesa por el padecimiento que nos acarrea en verano
la climatización a los “friolentos” que dicen en Mex voy a abordarlo
brevemente.
Existe lo que se llama “velocidad
de cortesía”, cuando llevas a alguien en tu carro, si no eres de esos energúmenos
que abundan y –sobre todo en un viaje largo- debes llevar una velocidad, que
respetando o no la legalidad vial, permita a tu acompañante viajar digamos
relajado. Que no tenga la impresión de que se va a matar en cada curva vamos. Que
fume, aunque tu no lo hagas, que se pedorree todo lo que quiera y que no calle
ni debajo de agua. Detalles de convivencia que tendrás con él, ella o ellos. Luego
te paras por gasolina, tomas café, el vino de Rueda y todo lo demás, pero lo
llevas suave y te lo agradecerá.
Para matarte o matar a otros con el Ferrari a 300, pues cuando vayas sólo y los contrarios que recen claro.
Como conozco a los pájaros ya
evito los que no me convienen, otra cosa era cuando iba a dedo, pero eso
merecería un capitulo aparte.
Pues con el aire pasa lo
mismo. Hace años en Agosto en Écija,40º, la sarten de Andalucía, entre sudando en
un bar, 5º y no me dio un infarto de milagro. Como si estuviera en el Polo. "Que frezquito ze ezta mi arma". Decían aquella bola de cabrones
En los carros de los calurosos y en los departamentos de algunas tres cuartos de lo mismo. Si, lo mío será exagerado, nunca pongo el “clima” en el coche, pero es que algunas se creen que es posible coger en un iglú y eso del ardor amoroso y la subida de temperatura sexual les vale gorro. “Si mi amor, lo que quieras cuando se me descongele la verga".
Es jodido tener que llevar
ese plumifero tan practico que se arruga y se mete en una bolsita del tamaño de
la mano en pleno verano en Florida, Urabá o Chiapas, pero es lo más recomendable
para no morirse de una pulmonía. Igual que en la cabina del avión, en viajes cortos, dónde no dan mantita ni madres.
Entre en un resto de esos que
hay un mini hall con un púlpito de madera y una morra detrás que es la que da
las mesas. Bastante “fisno” vamos, nada más pasar la puerta me helé.
“Buen día mesa para dos?”.
“No, gracias ya me iba, es
por lo del frío, los cantantes sufrimos mucho de la garganta”, digo ya abriendo
la puerta de fuera.
“Le pongo al lado de una
ventana que da el sol”, La chava quería ponerme juntito a la calefacción dentro
de la nevera, con buena intención y para no perder clientes.
“Cofff coffff, coffff, simule
una tos espontánea, discúlpeme chula
cofff cofff “ dije ya fuera.
Lo más gracioso, en invierno, en una Disco de tarde, que el calor humano -está llena- caldea bastante, los tipos vamos en manga de camisa y las damas sin mangas siquiera. Pero hay una puta esquina en el local, dónde bailan como locas unas tarugas de Orense, sudando la gota gorda, pues no paran y allí, las tipas, abren una ventana de par en par. Si se te ocurre acercarte o pasas sin querer se te clavaran los carámbanos de hielo en la calva.
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