Entradas populares

Vistas de página en total

martes, 16 de octubre de 2018

SOBRAS. “SI LO PAGO ES MÍO”.


SOBRAS. “SI LO PAGO ES MÍO”.

Soy un repugnante de primera para las comidas, igual que mi madre. Pero me jode tirar las cosas de comer y además no soy exquisito. No voy a pedir nunca caracoles, ostras, ni pulpo. Cosas que me joden, más por el tacto en la boca y por la presencia gelatinosa, que –probablemente- por el sabor, la textura rara también me choca.
Este pequeño defecto –el cual reconozco- aunque no hace daño a nadie, si jode bastante a las y los “aprovechones” o “comedores”, de esos que siempre buscan una oportunidad para comer ellos y su prole: “Los niños no pagan” y la “canalla” que dicen los necas, tragaba como la madre que los parió. Claro asi dividían la cuenta entre todos los amigos pringados, ni te cuento aquel que llevaban tres o dos descendientes el ahorrito que se fajaban.
También reconozco, que el hambre quita complejos y pendejadas, pero creo que en una isla desierta tardaría menos en acostumbrar el estomago al ayuno, que a los moluscos.
Al pedirle a la seño del restaurante cutre una bolsa para los restos que deje para mis canes, me miro feo. Como si aquella tasca de cuarta fuera “El Bulli” o “La Tour D´Argent”, sitios dónde también me pienso llevar algo para la familia canina o pa mi cena.
Pero trajo la bolsa y se libró de una bronca.
Prefiero callar cuando es posible.
Solo hubiera dicho: “LO PAGUÉ YO Y ES MÍO”.
Eso si como lo tarugo me lo están quitando la vida y los cabrones a puro madrazo, no pienso volver a esa fonda.
Ya se sabe que cuando emputas a un camarero la próxima vez te va a cagar en el plato y mezclártelo con tabasco para que no se note.
Así que hoy yo comí bien, los canes cenaron a gusto y a la taberna de los cojones va a volver su chingada madre.

José Juan Aparicio.
17-Octubre-2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario