Probando
motos y carros.
En mi época de estudiante en Madrid, como también
trapicheaba con vehículos, me tocaba probar de todo.
Siempre me gustaron los Saab, en especial el 96 V4, con
motor Ford, pero el que probé aquella tarde con la peregrina idea de comprarlo
era un 2T, como los Wartburg y los Trabant que luego vi mucho cuando iba a Berlin con muro todavía, el Saab se quedaba en punto muerto al soltar gas. El motor
2T no retiene una mierda o sea que no me quiero imaginar las cuestas abajo
abusando de frenos con aquellas dos medallas del Este. Pero el sueco, en punto muerto y con una
mierda de frenos tampoco era ningún caramelito. Le di una vuelta, una disculpa al dueño y me
largue sin comprar aquel cacharro que además tenía fama de tragar lo suyo.
La espinita del V4 me sigue quedando, pero no esta la cosa
para clásicos, ni siquiera para “carrozas”.
Con mi amigo Paco -no se porque, o si, los vendedores
buscaban esas horas para disimular defectos- las pruebas siempre eran
anocheciendo, fuimos aprobar una Montesa Crono 350. Una bomba en aquella época,
de cuarta mano, trilladita.
Una visual en la acera, bonita por fuera y tal, arrancamos
la burra y sonaba mucho la biela: “No es que estas motos cantan así, nos dice
el dueño”. Paco, que es Jefe de Máquinas en la Marina Mercante me mira con
estupor.
“Bueno habrá que darle un rulo” digo.
“ Pues me dejais un DNI, no es que no me fíe, pero ya
sabéis.
Ok, Paco el interesado le deja el suyo y me dice: “Conduce tú”.
Enfilamos la carretera de Barna y aquello seguía cantando,
le doy lo suyo, cinco kms y damos vuelta, Paco que se quiere asegurar: “Apriétala”.
“Su madre”, sin casco ni leches, y con frío de Noviembre,
bajo dos marchas, le meto cera y pafffffffff, agarro el embrague a tiempo y
biela a la mierda.
Empujamos dos kms y nos encontramos al dueño de la Montesa quemado, más al
vernos llegar a pie.
“¿Qué pasó?”.
“Tu biela que ya dejó de sonar”.
“Joder os la habeis cargado”.
“Anda dame el carnet, le dijo Paco, no es que no nos fiemos,
pero ya sabes”.
Alegando le devolvió a mi amigo el documento y alegando se
quedó cuando nos largamos:
“Buenas noches. Gracias”.
Y dejamos a aquel fulano en La Avenida de América mirando
para la Crono.
“Ya que no hubo compra habrá que tomarse una cañas” digo.
“Claro, en La Cruz Blanca ,
que estará “El Viejo” (Nuestro amigo Capitán de la Marina Mercante y motorista
también) y así le contamos la película”. Dijo Paco.
Ya delante de las cervezas y después de escuchar al
maquinista Fernando “El Viejo” le dijo tronchándose:
“Joder Paco, te lo digo yo que tuve una King Scorpion (Otra
Montesa), esas motos cantan así”.
“Que no te enteras chavaaaaaaal”.
José Juan Aparicio.
16-Noviembre-2017.
PD: Cuando un escritor empieza a contar batallitas del
pasado es que está a punto de recibir un Nobel, es que le va a tocar la lotería
o es que ………….. el asunto está campeón.