La única vez que toqué el bajo en mi vida y además en
directo fue con mi amigo Cachito que es guitarrista en las Fiestas de Caldelas,
con veinte años y en un “palomazo”, de tres rolas, eran versiones de Deep
Purple y Alman Brothers. Cantando en inglés. Rock sureño del Norte de España.
Cuatro años después, en Madrid, mi carnal se presentó en mi
casa con una Jawa tres y medio roja recién comprada, de cuarta mano claro.
Esa moto, en esa época, nos gustaba a todos. 350, 2 tiempos,
dos cilindros y un sonido (desde fuera) muy bonito y discreto.
Un trac, trac, trac, seco y apagado. Algo personal, original
y auténtico.
Cuando volví de darle un rulo a la cabra me había
desencantado. Montado en ella, no se oía el escape (eran dos), sino un
chasquido horrible y alarmante procedente del interior del motor. Tenía un
tacto de mierda al caminar y lo mejor de todo: Pura y simplemente no frenaba.
Nada. Absolutamente nada.
“Tienes que reducir, me dijo el güey”.
“Pero si es una 2 Tiempos 2 cilindros y no retiene nada
compa”.
Pero aparcada en la acera seguía siendo bonita.
Cuando investigo: revistas, bibliografía, catálogos etc, en
aquella época aún no estábamos online, me entero de hubo una versión más
antigua, para el mercado USA llamada “Californian”. Una scrambler preciosa.
Desde que la ví en aquella foto la Norton Comando 750 Fastback (La
mejor clásica de todos los tiempos, a pesar de que la Harley de la peli “EASY
RIDER”, se vendió en subasta por más de un millón de dólares), pasó a ocupar el
segundo puesto en mi lista personal de “Motos chingonas”. Mi corazón
motociclista ya era checo.
Y me olvidé del asunto.
Antes de ayer, me metí –por curiosidad- en la web de JAWA y
–sorpresa- aún existen, se fabrican y se venden esas motos. Tres modelos, dos
de cuatro tiempos, no muy afortunados estéticamente y –nueva sorpresa- una
Jawa, la Jawa de
siempre, de 350cc, 2 cilindros, 2t.
Esta máquina se vende solo en ciertos países por el asunto
de la contaminación, normas euro 4 y otras pendejadas.
Pero es la misma Jawa de toda la vida –mejorada supongo- e
igual de bonita.
Claro que esa joya estaría a “todo dar” con cuatro mínimos y
muy factibles cambios que calcaran la impecable estética de la “Californian”,
colores incluidos. Eso si eliminando (un simple recorte) el horrible babero que
cuelga del asiento por ambos lados.
Creo que esta moto sería un éxito, sencilla, barata y
molona. Mucho más que las carisisimas y remozadas nuevas Norton.
Resumiendo una supermáquina del este que los entendidos
gustan de arrancar dándole al pedal con la mano y con un impulso mínimo en plan
demostración.
Como dicen los argentinos pues allí abundan esas motos
checas:
“Si teneeees tu Jaaaawa (ellos alargan la primera a) a
punto, podes arrancarla soplándole al pedal”.
José Juan Aparicio.
20-Septiembre-2017
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