Año nuevo vida vieja.
Lo difícil, casi siempre, es deshacerse de los flecos. Del
éxito o del fracaso.
La tendencia a volver a llamar a aquel amigo que te chingó,
cuando necesitas algo, aunque solo sea una presencia tóxica en tu soledad.
La pesadez de alguna que mandaste a la chingada en seguir
jodiendo.
Las multas de tráfico, aunque la DGT sabe de sobra que eres de
los que no pagarán nunca, que las dejaras caducar.
Los problemas que cerraste y que insisten en volver a
abrirse.
El daño en tu corazón –heriditas que creías haber cerrado
con mezcal- que reaparece con visiones, recuerdos o presencias nada gratas.
La vieja vida que se superpone a la nueva.
No hay fórmulas mágicas y no queda otra que seguirle
p´alante.
Plántate recio sobre tus botas de chúpame la punta. Escucha
y disfruta ese corrido perrón. Apura tu chela directamente de la botella.
Respiración.
Actitud.
Motivación.
Los tres elementos esenciales para ganar una pelea de verdad.
“Pero si soy el más chingón a años luz de la competencia”.
Lo se y se nota.
Por eso hace tanto daño mi presencia.
“Ponme otra chela cariño”.
Esta tarde me vuelvo a volar la barda.
No me acordaba que la vida es bonita.
Hace sol, calor, cantan los pájaros y el día está precioso.
Y cuando venga –que vendrá- el hijo puta de turno dispuesto a joderlo, me lo
echo y punto.
Hace sol, calor, cantan los pájaros y el día está precioso.
De propina hay un cabrón menos en este mundo.
Y es que cuando uno está en racha……
José Juan Aparicio.
9-Enero-2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario