Los
ocupados y los dueños del tiempo.
En el lado oscuro, el de los desocupados, los parias, los
desempleados y los excluidos, lo único que sobra es el tiempo. Lo único que es
gratis, aunque los ocupados consideran que mientras se la pelan están currando,
ellos siempre están trabajando. Cualquier suspiro de esta especie está
justificado, lleno de motivo y productividad. Si se están tirando a una de las
ocho secretarias-prostitutas de su holding-consulting están ocupados trabajando
el refuerzo de su ego y autoestima. Si se tiran un pedo están comercializando
metano y así.
En el frente de los parias existe también la misma regla del
zarpazo y la puñalada trapera y hasta el último miserable te venderá, pisará y
humillará, con el tope de su saña si en algún momento toca billete o coge mando
y poder. A ti o a cualquiera de sus mismísimos hermanos de clan.
Pero dentro de la suciedad del combate rastrero siempre es
preferible el tajo traidor y maloliente a la jugada ladilla con olor a
brillantina.
Los pocos individuos íntegros o consecuentes se encuentran
sólo y solos en el camino. Nunca estarán en las filas de los ambiciosos, ni en las
de los acomodados o rondando las esquinas del poder.
Estos aunque estén amenazados en este mundo y siglo, aún no
están en verdadero peligro de extinción y son dificilísimos de encontrar porque
su única esperanza de supervivencia está en la movilidad. En la naturaleza pasa
lo mismo.
Son de los que se tienen que mover, a fuerza, aún
desocupados y que no les importa demasiado ni el tiempo, ni el sentido o la
dirección de su movimiento.
Es más pueden cambiarlo todo inmediatamente por un sueño,
una idea o por una persona (el error más grave). Pero finalmente su
clarividencia los devolverá, inevitablemente a la soledad.
La patria del talento.
TALENTO:
Del latín talentum. Plato de la balanza. Moneda imaginaria
de los antiguos griegos y romanos. Inteligencia, entendimiento. Conjunto de
dones naturales o sobrenaturales con que Dios enriquece a algunos hombres.
José Juan Aparicio.
12-Octubre-2016.
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