Truquillos
de un Carro Mex.
(Carro
Invisible II).
Tiznaderas:
Chingaderas, putadas, malas jugadas, infortunios.
Para
que un carro sea -realmente invisible- a los ojos de la policía, lo
primero es que tiene que ser blanco.
Después,
estar protegido por al menos dos muertas, un Santo y una Virgen.
La
Lupita y San Telmo por ejemplo.
Las
medallas de los santos irán en la cartera del conductor o en el
carro. El rosario en el retrovisor interior también ayuda, pero no
es imprescindible.
Y
la petaca de tequila, con su caballito correspondiente, esa sí,
indispensable. Para mezclar las cenizas del relicario de la muerta en
el alipuz que se ha de tomar cuando las cosas se tuerzan de verdad.
Una
lanita pa la mordida también es muy recomendable.
Un
bato del Norte, de esos que saben de Banda, de Norteño, de mota y
otras cositas me dice:
Mira
güey, ahí donde pone en tu carro el tiradorsito ese escondido pa
abrir la cajuela cuando te secuestran. Ahí mero, métale también la
45, con su parquesito de reserva. Cuando los chingones de turno
reduzcan su velocidad en un alto o en un tope tu ya estarás con tu
fierro amartillado. Les metes tol cargador p´alante desde los
asientos al volante.
Luego
si, tira de palanquita, sales de la cajuela y acabas el trabajo. Por
si alguno colea. Sacas los muertos del carro, con suerte los balazos
no pasaron p´afuera y tons, te regresas a tu cantón con la música
a tope.
Como
disimulando.
Y
no te preocupes por la palanca del cambio, la tapita del liquido de
dirección, los cinchitos de los rines, ni la banda de distribución
que sujeta la batería. To muy normal en un carro mex.
Lo
de los batos de la cuneta, con agujeritos del quince en el cuero, eso
si:
SON
TIZNADERAS.
José
Juan Aparicio 1-Agosto-2014.
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