Sueltos
de mi novela 2: “Piedras del campo”.
Últimamente había muchas piedras en su camino. Aunque él se
empeñara en decir que. “Solo eran arenitas”. Y ya se sabe que caminando el
empedrado las suelas se gastan más:
“Cuando yo te vi venir,
Le dije a mi corazón.
Que bonita piedrecita,
Para dar mi tropezón”.
En esas piedrecitas se tropieza a veces la gente y hay
algunos resbalones que al final, si no matan, hieren profundamente.
Y entre unos y otros el camino se va empinando más y como
que ya cuesta la subidita. O la bajada, según se mire.
El dinero no da la felicidad, ya sabemos, pero entretiene
mucho durante su búsqueda.
Y a cierta edad, la ruina está refea. Porque te la huelen en
los poros del alma. Los carnívoros gastan fino el olfato.
- “Las pijas bailan muy mal wey”. Le dijo Sánchez a Spy abandonando la pista y
retomando su chela.
- “Pues ya que compadre, chula, con papa narco y bailadora.
Y de propina jalártela tú. Tas reloco. Acábate la birria que tenemos chamba.
José Juan Aparicio 10-Marzo-2014.
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