VISCA CATALUÑA Y OLÉ
El Toro de la Vega , las corridas, los toreros, la enciclopedia del cossio, las ostias que llevan los críticos taurinos cuando no escriben lo que deben, después de cobrar por detrás – nunca mejor dicho en el mundo taurino - y su puta madre.
La fiesta nacional y su puta madre.
La tradición y su puta madre.
Las mamadas de los apoderados – bonito nombre-, a los novilleros y su puta madre.
Más cornadas da el hambre y su puta madre.
Un niño muy hombre delante de un toro y su puta y pajolera madre.
Toda esa imbecilidad del erotismo de un cabrón puteando a un toro, después de que otro hijo de furcia le reviente el espinazo, no puede llamarse cultura ni protegerse como patrimonio de la inhumanidad, por los bobos del poder.
Las analfabetas comemierdas que merodean para follarse a los asesinos y salir en el papel rosa, o en las teleñapas, diciendo que se la han chupado a Moralito de la Cruz , o ar Niño de la Polla , deberían estar en la arena del circo, delante de los leones. Para comprobar en directo el subidón de la sangría.
Así que en Cataluña, jodiendo como siempre los señeros por delante, han mandado a todos esos zeñoritos del negocio de la brillantina, la ganadería, el todo terreno, el chaleco verde acolchado (estilo cazador de Meirás), el currupipi, ambiciones y soplapolleces, directamente a tomar por saco. Demostrando así que van por delante. Porque pueden, deben, tienen cojones y les gusta demostrarlo aunque sólo sea por chingar.
Pero, ahora faltan los correbous, que han protegido con bastante desacierto. Supongo y espero que también se suprimirán pronto. Que hagan las fiestas con el baile, las grallas y la barretina, que queda muy catalá.
Aplaudo la medida, la comparto y la apoyo.
Y a los de las Ventas y todos los demás monumentos nacionales de la barbarie, les digo que todo tiene su momento. Sólo hay que saber esperar. A pesar de los blindajes de las pedorras y los babosos del poder. Torres más altas han caído. Y espero que sea pronto para poder verlo. El entierro de un enemigo es algo que llena el espíritu.
Y luego que hacemos con las plazas?
Muy sencillo ahí van un par de pistas al enemigo:
- Mercadillos.
- Subastas de arte. Que quedan muy cool.
- O, si la arena se siente reseca y quiere volver a beber sangre, podemos hacer botellón. Para que los nenes, cuando se mamen, se trinchen unos a los otros con los cascos de las botellas rotas.
Los toros al campo. Con las vacas. A pastar y a copular. Para tener terneritos.
¿Y los toreros, empresarios, cuadrillas, mozos de espadas y demás? Al puto paro. Millón más o menos que más da. Muchos ya están forrados y se pueden jubilar. Y los otros que se reciclen: que vayan a la escuela, que aprendan a leer y a escribir, que aprendan un oficio: chapista, chapero, lo que sea y que se hagan hombres para el mañana.
José Juan Aparicio.
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