ELECIONES CON POCA OPCIÓN
La repetición cada vez me aburre más, pero toca. Lo repetiré hasta la saciedad nunca voté, y no pienso hacerlo, al menos de momento. Mucho menos con el panorama actual.
No pretendo desde aquí hacer proselitismo, ni coacción. Si alguien se confunde con este artículo y ve en el una recomendación encubierta, que lea el post anterior de este mismo blog. Titulado “OJO QUE YO SOY POBRE”.
Nunca mame de los partidos políticos, como si hacen y harán muchos conocidos e incluso amigos. Algunos están como locos esperando el cambio. Las fidelidades y servilismos en casos de conveniencia los puedo llegar a entender, aunque no los comparta. Lo que no acabo de captar de todo es el voto ignorante del pensionista anónimo, sin carnet, y acojonado por uno u otro lado. Tampoco el voto de los asnos, que en este país, aunque dicen en peligro de extinción, sobran.
Se preparan unos nuevos comicios y según parece los que ejerzan su derecho tendrán poco donde escoger. Lo ideal, no solo para mí, sino para este rancho sería la completa abstención. Que demostraría el real descontento de la mayoría. Ya sabemos que la gente con carnet e interés personales son clientela fija de A o B. Pero me gustaría creer, que no son suficientes para decidir victorias.
La opción real es básica y miserable. Como en muchos aspectos de la vida toca escoger entre la mierda (PP) y la porquería (PSOE). Yo paso.
Ahora bien, teniendo –puedo asegurarlo- enemigos en ambos bandos. ¿Que resultado prefiero, sin participar?
Sin duda lo imposible: la victoria de un partido minoritario.
La porquería la conozco de sobra y la mierda también, ya la tuvimos cuarenta años.
Tantos que aún huele.
José Juan Aparicio.
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