NUEVOS TIEMPOS NUEVAS ILUSIONES
Hace unos meses salió Aznar, Ansar para los que repostan cazas en España, José Mari para los amigos de aquí, en los telediarios. La noticia era que iba algo tomado, piripi para entendernos. La gracia estaba – en un tipo de natural soso – en la frase de despedida. Con más zezeo del natural, Gonzalez también abusa de este tic tan político, dijo más o menos:
“ Grafiazzz y hazzzffta luego fffzzzeñorefffzzz.
Y se fue tan alegrete de aquel sarao, dando pequeños tumbos hacia los lados.
No se si era una cata de vinos españoles, o una fiesta-conferencia sobre la trashumancia en tierras castellanas. Para los efectos es lo mismo.
La secuencia abre con un primer plano del tipo, copa de tinto en mano y sorbiendo, luego la frasecita antes comentada, salida con curvas varias a pie, entrada en el coche oficial – ya fuera –, arrancada del audi y fundido a negro.
Así cualquiera campeón. Todo perfecto. OK. Nada criticable. Muy cercano y natural el fulano. Populista y popular a la vez. Un pastor castellano de una sola ceja – dale con las cejas en el hemiciclo – y boina incrustada en ella de tres vueltas de rosca. Para que no vuele con el viento y para que no te caguen las gaviotas en el tomo (pelo en castizo). Pues este hombre, conferenciante, asesor y becario de profesión pinta muy guay con brillantina, traje de marca y atención CHOFER oficial.
Si señor. Envidiable.
Paraísos cercanos, metas próximas, sueños alcanzables. Es el lema, el modus vivendi del protagonista de mi primera novela. Aún sin acabar. Y no daré más pistas.
Que tiene esto que ver con el bolinga de antes?
Mucho. Los tiempos cambian. Empezamos una nueva era. Los valores son distintos.
Aunque mis aspiraciones iban por otro lado, las de la mayoría coincidían.
Primero el coche, luego la casa o el piso, la pasta gansa, el confort, el futuro asegurado etc.
Aconsejo mudar este pensamiento universal y daré una sola pista.
Que, creo que va a coincidir con las aspiraciones de – al menos – varios.
A mi, lo que ahora me interesa, es lo del chofer. Lo del coche oficial me la bufa – como dicen las cursis de tertulia televisiva - , me vale con mi 106 hecho polvo.
Pero quiero chofer. Como José Mari y como mi tía la millonaria. Mola un cojón.
Es práctico. Operativo. El mejor invento del mundo, después de la rueda.
“Fermín por favor acérquese al quiosco a por el HOLA”.
“Fermín, ya sabe que a las dos esta preparada la empanada en el Molino”.
“Fermín hoy en Barra (playa nudista) te puedes sacar el bañador”.
Estas ventajas son ínfimas. Lo bueno del temita es que puedes ir a donde te salga del nabo. Beber lo que quieras. Fumar lo que te de la gana. No aparcar: “Fermín me dejas en el Cash Converters, que voy a vender el colorao”. “Si vienen los guardias te das una vuelta a la manzana”.
“Fermín hoy, si aparcas bien, puedes pasar a la disco y luego al baile”. “Pero las Fantas te la pagas tú que para eso eres mileurista socio”.
Todo ventajas. Todo alegrías. Una pasada.
Nuevas ilusiones, sueños alcanzables.
Las tres de la mañana, en un garito fino. El tope del orgasmo, casi tocando el cielo:
“Fermín ya te puedes ir pa casa que a mi me lleva esta señora (viuda de 52), que fuera, solo toma Pepsi. Y dice que cuando tenga el carnet en la mesilla de noche, con todos los puntos intactos, me invitará a champán”.
“Por cierto Fermín, mañana puedes tomarte el día libre”.
José Juan Aparicio.
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