EL AVE, EL MANÁ Y OTRAS VAINAS
La línea del AVE Toledo-Albacete-Cuenca se ha cerrado por ruina total. Varias de las otras: Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia o Madrid-Sevilla están ahí para aparentar que somos rápidos. En cagarla.
Porque, ni son rentables, ni lo serán jamás. Pero el progreso es el progreso. Y los caras de la política gallega también quieren AVE na terra. Como sea y urgente. Aunque no sea rentable. Para ellos si lo es.
Ahora, que no hay cazo en la obra privada, hay que fomentar la pública. Para seguir trincando duro. Bueno, la verdad es que hasta hace poco, se mamaba de las dos tetas. Pero, tal como viene la vaina y con un odre seco, hay que exprimir el otro. Mientras haya algo.
El AVE, si fue rentable para los políticos, los mangantes autonómicos –que es lo mismo- y sus colaterales. Entiéndanse los que ejecutan las obras, reparten las concesiones e indemnizan a los propietarios de terrenos. Para todos estos fue rentable antes de que hubiera vías y que ningún tren hiciera chucuchuuuuu. Todos sabemos que en este país no se pone un ladrillo sin que cobren de lado dos o tres. Al margen de que lo del tren bala está muy bien, pero solo a cuatro tontos de baba les importa tardar a Valencia cuatro horas o siete.
Tal como pinta el tablao a estas alturas, habría que de dejar de lado las AVES rapaces de una puta vez y dedicarse a mantener lustroso y operativo lo que hay. Minimizando el gasto y dejando las prisas para tiempos mejores. Por ejemplo, para cuando cinco millones de pavos tengan trabajo, cobren y les empiece a entrar apuro por tonterías. Porque ayer, perdieron la urgencia por buscar un curre que no van a encontrar. Y dejaron de clamar – Dios es el que no te oye cuando pides algo – por su situación, a los sordos de arriba.
Al ejemplo autonómico le sigue de cerca el ejemplo pueblerino.
Cuatro iluminados. Los de siempre, con algún viiiiiiite por el medio, quieren furar debajo de La Corredera. El paseo de Tui y poner un aparcamiento subterráneo. En vez de dejar aparcar a la gente en paz y llevarse sólo los coches que estorban. Ya ensancharon aceras por aquí (cazo) y humanizaron por allí (trinque), en sitios donde no hacía falta. Pero hay que mover continuamente el ladrillo, o el banquillo, para llevarse comisión en los traspasos.
Con la que está cayendo, espero que el proyecto se quede en eso: una ilusión galego-argentina.
Aunque pensándolo bien y conociendo lo ñapas que es la peña, sería emocionante contemplar como después de taladrar un ratico, a la manada de topos de los cojones se le vinieran encima:
El palco de la música, la casa de Areses, la Iglesia , el Bar Aloya - ya se cae sólo - no hay que empujarlo, el cuartel de la Guardia Civil y la estatuita de Calvo Sotelo. Algo habríamos ganado con la operación.
Si en algo PODES CONFIAR, es en que ellos lo intentarán. Con o sin el apoyo popular de sus electores.
Y ya que el jefe de la manada de ese poblado se llama ahora Moisés, acabo con un pasaje bíblico:
“Apacentando Moisés las ovejas de su suegro, las llevó a través de un desierto de desempleados y cuando encontró el Maná lo guardo todito para el diciendo: “Gracias Dios mío por adjudicarme este plus”.
José Juan Aparicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario