CUANDO ESTÉS EN LA MIERDA
La historia me la contó, hace tiempo, mi amigo Pololo.
Un buen hombre regresaba a su casa después del trabajo. Estaba anocheciendo y era un duro día de invierno con nieve y frío. Entrando en el pueblo, pero aún en las afueras, aquel hombre empezó a oír un débil piar: pío, pío, pío. Mosqueado, puso atención y volvió a oír lo mismo, el mismo: pío, pío, pío. Investigo, buscó y encontró, a un lado del camino un pequeño polluelo, que se había caído de su nido. El nido estaba en el único árbol de por allí. De copa muy alta y difícil subida.
Aquí tirado en la nieve se morirá de frío. Así que lo cogió y lo cobijó, calentándolo en el pecho dentro de su abrigo. Continuando camino de su casa.
El pajarito caliente y contento seguía: pío, pío, pío. Esta vez de felicidad en vez de frío. Acercándose ya a casa, el paisano piensa: joder si lo meto en casa. mi parienta me mata. O mejor, nos echa a los dos. No se que voy a hacer.
En esto ve a un lado del camino una reciente, cálida, fresca y todavía humeante cagada de vaca. Y decide: mira macho, yo no puedo hacer más por ti. Coge al pajarito y lo deposita con cariño en medio de la mierda, tapándolo lo mejor posible. Aquí por lo menos estarás más caliente. Y se larga para su casa.
El pollito otra vez caliente dale que te pego con su: pío, pío, pío.
El invierno era de los crudos y ya de noche aquel lobo se acercó a la entrada del pueblo, desesperado de hambre, a pillar lo que fuera. Jugándosela, si fuera necesario.
Cauto y muy atento, empezaba a entrar en la aldea, cuando oyó el: pío, pío, pío. Buscó, olfateó y al final vio la mierda. Y el pajarito, que caliente se había adentrado en ella, por lo que no se veía desde el exterior: pío, pío, pío.
El lobo perplejo duda, mira, desconfía, da vueltas y sigue oyendo: pío, pío, pío. Le ruge el estómago, duda de nuevo y al final se decide: Una mierda no canta, piensa, y con las mismas y de un solo bocado se zampa la mierda enterita con el relleno y todo.
MORALEJA:
- No siempre el que te mete en la mierda es tu enemigo.
- Ni el que te saca de ella es tu amigo.
- Pero, si estás en la mierda, NO CANTES.
José Juan Aparicio.
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