CRISIS
La chavala llegó con poderío – segura, pisando fuerte le había dicho su jefe – al bar. Haciéndose notar. Vendiendo fotos aéreas.
Primero pasa el helicóptero con la cámara: TUU TUUU TUU TUU TUUU y CLIC CLIC CLIC CLIC CLIC. Fotografía una zona, sobre todo propiedades con caché y una semana después se presenta la infantería con el álbum a venderle vanidad a los pudientes.
La foto aérea de su rancho. Pa ponerla en el salón. Muy yanqui todo.
En el bar los parroquianos portugueses habituales. O sea cuatro bolas.
- Bon día por favor o patrao.
- Eu Eu, contesta Pedrosa, que ya baboseaba al ver entrar a la gachí.
Entonces la tía le coloca todo el rollo de la foto aérea de su magnífica propiedad, los precios, lo bien que va a quedar en la pared y tal.
Pedrosa sigue baboseando incluso con su mujer detrás. La concurrencia tabernaria hace lo mismo, pero al final el jefe no muerde el anzuelo. Quizás si no estuviera la parienta.
Cuando la chica se da cuenta de que allí no va a vender ni una escoba se le ocurre mirarme a mí con todo su encanto y dispara su último cartucho:
- E voce tambem ten casa por aquí? Se acerca bastante para hacer la pregunta.
- No, yo soy pobre contesto.
Y entonces, como en un acto reflejo, da un brinco precipitado hacia atrás alejándose de mí como si la pobreza fuera contagiosa.
¡ COÑO CON LA CRISIS ¡ Pensé cuando yo también empezaba a babosear.
José Juan Aparicio.
24-Febrero-2011.
24-Febrero-2011.
La puta vida che...
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