FRUTAS
CON MARCA.
Ya hace tiempo que por culpa de cuatro enterados en materia
de sanidad y de “trinque” no se puede vender fruta en la calle sin condiciones mínimas
y bla. bla.
Siempre compre fruta a gitanos y payos en Antonio Lopez, año
de la tana o en Valença de Miño años del gato. De cesta en el suelo, la mejor.
Voy 15 kms de carretera rural gallega viendo los frutales
llenos, de estupenda fruta pudrirse. La gente de fuera, latinos, rumanos, moros,
me comentan siempre asombrados: “¿No la comen?”. “Ni la dejan comer contesto”.
Luego a los agricultores les pagan una mierda y en el super
está –se aprovecharon del covid para subirla- por las nubes. Eso sí, con
etiqueta. Para comerme la ciruela tengo que sacar la pegatina y el pegamento
restante, yo que nunca pelo la fruta.
La que más me gusta son la moras “de zarza del camino”, de
merienda, in situ y con to y polvo.
Como hay que ser diplomático y políticamente correcto voy a
hacer una pregunta técnica a los que nos organizan todo, incluida la puta vida
y también el tema de frutas y verduras.
“¿Por qué en vez de a la fruta no le ponéis las pegatinas de
idoneidad en culo a vuestra parienta?”. Para entreteneros en algo –digo- que no
sea joder al prójimo.
José Juan Aparizio.
3-Junio-2020.
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