ADVERSIDAD.
La adversidad, la suerte y las circunstancias desfavorables
no son capaces de doblegar los espiritus con mente voluntad y carácter fuertes.
Un duro control mental es capaz de sobreponerse a las
dificultades enfrentándolas, soslayándolas e incluso postergándolas.
Lo que pasa es que el cuerpo, a veces, se revela y no
haciendo caso a la mente rechaza algunas situaciones.
Y llega la queja traidora, sin permiso, en forma de
enfermedad. Esta deriva, a menudo en la depresión. Un grado de enfermedad más
ambiguo y cabrón.
Pongamos un caso de apuro por ejemplo:
“Corre que viene el león”.
El imperativo, en este caso, no es de mando, si no debido a
la prisa, de urgencia.
Los machos alfa, demasiados y en demasía impertinentes, se
pararan a ver, a dudar y a ofenderse por recibir “ordenes apremiantes”. Cuando
se dan cuenta están siendo masticados por el felino.
Las hembras, sean alfas, betas o ganmas, empezarán a
preguntar: “¿Qué león?”, “¿De melena?”, “¿Cuándo llega?”, “No me carrerees que
me emputo”. “Ni me mandes”.
Y se las comerá el león.
La enfermedad, la duda y el miedo, se presentan en forma de
depresión y también imperativamente.
Sólo que aquí se trata de el caso contrario, de “no correr”
a propósito.
Sólo se deprimen los pendejos y los millonarios.
Llueve hace dos meses. No llego a fín de mes hace dos
siglos. Que ruina para Navidad. Me estoy enfermando.
Relax güey. La ciencia de la paciencia y la calma,
hummmmmmmmmm, hummmmmmmm, el zen, el tantra, el nirvana y la bola de tarugadas
orientales todas juntitas. Hummmmmmmm, hummmmmmmm. Con to y campanitas de
dedos.
“Me vale todo gorro”.
“Me ducho y a chingarme los últimos 3.000 pesos, en pistear,
en la bailada y en lo que sea”.
“Me importa tres carajos morirme de hambre hoy o pasado mañana”.
“Las hormiguitas pa su puta madre”.
Si hay algo que me jode, me quema y me repatea en este mundo
son los cutres de solemnidad, que por otra parte son los que tienen la lana.
Porque hoy es el día clave de las fiestas, con las
despedidas de año, las fiestas de empresa, las despedidas de to y van las
chulas con pollas encendidas en la diadema y los batos todos con cuernitos de
reno, como si con los suyos de buey no fuera suficiente. Están los antros
petados y en todos sortean cestas de Navidad. El año pasado me tocó una.
Así que P´afuera y ya……..
También andan los de verde con el tiliche de soplar, aunque
mejor sería que se soplaran las pollas por parejas, que ya van así y lo joto no
se les quita.
Y un último consejo de los de “autoayuda”, al estilo del
también joto brasileiro, si hombre el de los best sellers para memas/os, el tal
Paulo.
“Aunque la mayoría de los escritores lo hacen, no se debe
escribir desde la depresión, desde el sufrimiento, ni desde la miseria, sólo
salen mamarrachadas.
Eso siempre fue cosa de rusos los únicos capaces de bordarlo
en esos ambientes dónde el frío ayuda.
José Juan
Aparicio.
7-Enero-2020.