LO VERGONZOSO Y LO PENDEJO.
Lo vergonzoso y lo pendejo van parejos en mi modo de ser.
Soy vergonzoso los 400 primeros metros.
Soy pendejo los 400 primeros metros.
En distancias cortas ya me apaño mejor.
Y en tiempos breves también.
Le veo el plumero al personal de volada.
Lo cual últimamente –el aprendizaje fue duro y caro- me
evita sobresaltos y me facilita una vida relajada y tranquila.
Ya aprendí –repito, pagando con sangre- a mandar a los hijoputas
e hijas de puta a chingar a su madre
ayer.
A algunos/as, los que más prisa tienen en hincarme el
colmillo antiayer.
Y es que con la crisis y la miseria los caníbales ya son
legión.
José Juan Aparizio.
20-Julio-2019.
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