Estilo “SUCATA”.
La última vuelta de tuerca del vintage-industrial.
Por desgracia, más que por gusto, llevo metido una temporada
en mercadillos de antigüedades, oportunidades y usados. Sobre todo en la zona
norte de Portugal, dónde existe un circuito bastante especializado en estos
temas, que nada tiene que envidiar a las “Pulgas” francesas, en original “Puces”(Marche
aux Puces), Paris, que es lo mismo que los “Flea” (Pulga) Markets ingleses. También
hay de esto en USA y América Latina (Tianguis en México).
Y bueno los portugueses, comerciantes de siempre, alumnos aventajados
–aunque aún mantienen nefastos complejos- nuestros en cuestiones de depredación
y piratería, llevan este comercio de una manera muy profesional, liberal y sin
tantos complejos tributarios como en nuestro puto país. Donde los mamones que gobiernan
pretender cobrarle hasta al último mendigo con tal de perpetuar sus sueldos
vitalicios.
El caso es que al lado de la morralla habitual, el “Ferro
velho”, los putos garrafones de vidrio y las potas de hierro, que son los
evidentes productos estrella van cogiendo valor los mueblecitos, los adminículos
(lámparas, focos, estantes, muñecos, gaticos y monetes),y toda la trapallada
que envuelve (gavetas de cajoncitos, esto es lo más) la tralla pseudo-hipster-vintage.
La verdad es que estoy hasta los huevos de este círculo y
sus habitantes –exceptuando raras excepciones que las hay y amistades que
tengo- que por decirlo en plata son una
bola de cabrones.
Comerciantes con sonrisa puestas por delante y puñal en la
trasera del cinto, nada nuevo por otro lado.
-“Oh pa, deixote a mesa por 60 paus por ser para ti”. Te
dicen en el último momento cuando no tienen ni un peso para el gasoil de vuelta
a casa –ojo a mi también me pasa- sólo que yo no intento chingarme al más próximo,
porque además eso no funciona.
Y bueno que decir de los “maravillosos clientes”: Viejas
chaladas sin un peso y siempre fregando, cuanto, donde, porque y no me interesa
al final. El moderno tonto del culo con barba recortada y pelo tejón, que es el
que ve los pinches programas de la tele:
-“¿Y que historia tiene la foto?”.
La foto es de un pariente mío que no se ni quien carajo es,
pero esta muy antigua, ajada, amarilla y parece la de Butch Cassidy.
Como estoy harto de que jodan contesto impertérrito:
-“Amador Orozco Fernandez”, bisabuelo de mi amá y notorio notario
orensano en el siglo XIX”.
Y no le digo que lo puede buscar en Google, porque el
pendejo es capaza de sacar el celular y hacer la consulta allí mismo.
Luego están los fotógrafos FLEA-MARK, algunos preguntan tímidos
–lo de free lance de guerra no les queda- puedo hacer fotos?
-“Si ok las fotos son gratis, tocando ya es más caro”, Respondo.
A primera hora llegan los buitres y los enterados, con mucha
charla insustancial, el tiempo, el frío y tal. A ver si topan con la ganga
antes que nadie. Estos son tíos ociosos, madrugadores y pesados, que el último
polvo que echaron fue el que le mando su abuelo a su prima y de ahí le viene lo
espabilado que da la consanguinidad.
Más tarde los paletos, los tarugos, parejas de la tercera
edad, de la cuarta y de hipsters de diseño industrial. Mezclados con los gays, los
maricones, las mariconas, las lebianas, los trios de diseñadores y diseñadoras,
todos muy profesionales, muy revueltos y muy ratas con los precios.
O sea lo que se dice unos curiosos ejemplares que se
divierten el domingo pasando y repasando
mil veces – están allí todo el puto día- por los mismos puestos.
Al final entre el estilo industrial, el vintage, el cutre,
el loft y el “trapalleiro” de toda la vida, me quedo con la mejor palabra para
definir esta actividad, esta nueva moda, forma de vida, de decoración, de
actitud personal, de vestimenta y de mamoneo.
Una palabra portuguesa, para variar,
Que a partir de horita constituirá lo más cool –atentas pedorras
de la revista mueble y suplementos femeninos de prensa- en lo que a modernidad
se refiere:
ESTILO “SUCATA”.
Os dejo de tarea buscarlo en el diccionario Portugués-Español.
José Juan Aparicio.
25-Enero-2018.
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