Para presentarte en la República Mexicana con cierta soltura conviene aclararse las ideas.
Lo primero,no manejar fechas fijas y cruzarse el charquito con cierto tiempo para la estancia allí.
Búscate algo barato fuera de temporada y al DF, la idea de los charters a Cancún no siempre es la mejor, allá si te ven la cara te matan a sablazos.
Los hoteles búscalos desde allí en MXN o sea pesos. Son baratos incluso los caros de varias estrellas. Los cutres si sabes escoger también valen, aunque a veces tendrás que pedir que te cambien las sábanas -por lo de los evidentes restos de una cogidita reciente- además conviene saberte La Cucaracha, esa rola facilita la convivencia con los blatodeos.
Una solución económica son los departamentos amueblados y cuartos, los hay muy completos con baño en tu habitación y cocineta -estufa en mex, un pequeño hornillo de gas- ahí compras la comida en el super y punto.
Los autobuses en plan mochilero también valen, pero si realmente eres un chingón comprate un Nissan Tsuru los hay del año de la pera por menos de 10.000 MXN y claro, reza.
Cuidadín con la lana y con que te vean el miedo en la jeta. Ponte tejana de paja y ray-ban si tienes ojos claros. Y aprende rapidito a hablar. Con gusto seño ahí le va su rola.
Lo ideal es saberte los corridos estrella Puño de tierra y La Puerta Negra.
Y vete al Mex profundo a pueblear , ver pirámides y chupar mezcal, la bebida de moda en el mundo. No se pude dar pistas al enemigo, ni a los pijos.
Si no, gorra de visera, plazas que aquí se les llama así a los centros comerciales, jaula de oro, hoteles con playa privada y vigilantes por todos lados,tirolina, visita guiada al cenote y masaje en la playa antes del recurrente spa.
Por estas tierras son muy afectos a vestir las tazas del water con encaje.
Procurate una tía-parienta mex que le de al bolillo de encaje y con tapizado de inodoro, ponte las ray-ban - eso no cambia- la gorra de Acapulco Riders, una playera con palmeritas y un chón o sea calzón o bañador de cactus.
Sólo te va a faltar una pulsera plástica en la muñeca que ponga Hotel Convención, con sus 5 estrellas, una cara de Moctezuma y una tarde de hamburgesas en el centro comercial más próximo para ser un perfecto Yankee Panchito.
O sea un mexicano disfrazado de gabacho.
José Juan Aparicio.
26-Febrero-2017.
