MODIGLIANI
Tengo una litografía enmarcada del cuadro millonario (Nu
Couche – Desnudo Acostado), desde hace mucho tiempo, de esas que regalan en
suplementos de diarios. Y me ha acompañado en todas mis mudanzas desde Madrid
hasta Salvatierra. A pesar de la humedad de ciertos jacales, dignos del autor
del cuadro, se conserva bastante bien.
Y orita que se pone de moda el pinche lienzo resulta que me
entero de que mis preferencias en cuestión de pintura hasta quedan de lo más
cool.
Algunas señoras que se hacen las castas -analfabetas
viscerales- me lo criticaron con fingido pudor, de ese que no tienen en
cuestiones de putos, casados con plata que invitan a comida y hotel de siesta y
stripers. Con pudor e ignorancia absoluta claro.
Lo de Modigliani les suena más a un tipo de pasta (fetuchini
y así) de la que compran en la tienda del “Gourmet” del Corte Inglés. Luego ven
en la contraportada del Faro de Vigo la foto del cuadro y su valor y ahí se dan
cuentan de sus limitaciones.
Hablando de artistas, yo si queridas, he tomado burdeos en
la isla de Sena, dormido en las últimas buhardillas –con baño en el pasillo-
del París de la bohemia y hasta bebido a morro Don Perignon mientras mis amigos
– a mi no me gustan- comían ostras, de pie, en la calle, como se hace en los bistros
de la capital francesa.
Todo esto cantando y tocando por los “restos” de allí, para
pagarme la baguette. Más “Clochard” imposible.
Así que cuando me acosa la ruina, el hambre, el paro y la miseria en el fondo de mi jacal en
invierno, con bolsita de agua caliente incluida para los pies, miro el cuadro y
me río.
Me río y me consuelo. Me hace gracia que aquel joven con
talento y genio viera recompensado su esfuerzo ya en la tumba y no hubiera podido disfrutar de los beneficios de
su genialidad.
Eso sí, se murió en “La Raya ”, sin dejarse de nadie, terco y necio en sus
ideas y objetivos.
Ese fue su triunfo.
Siempre que entra en mi casa un nuevo amor – no puedo
evitarlo- mira el entorno (perros incluidos) con algo entre el recelo y la
compasión.
Cuando esta situación –la de la entrada de visitas nuevas
con sorpresa- sucede yo me río por lo bajini, pongo corridos, sirvo tequila,
miento descaradamente.”Por nosotros güera”, miro al cuadro, meto aire nuevo y
fresco el pecho y hago mi brindis-interior:
“Por ti Amadeo, a ver si tienes mano por ahí y me das el aventón para que yo sí me pueda volar la barda aquí abajo, que no todo sea patrimonio y talento para la posteridad”.
“Por ti Amadeo, a ver si tienes mano por ahí y me das el aventón para que yo sí me pueda volar la barda aquí abajo, que no todo sea patrimonio y talento para la posteridad”.
José Juan Aparicio.
13-Noviembre-2015.
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