Los
idiotas y los carros
Algunos tienen nombre y apellido, hasta alterno con ellos,
otros, empresas de seguridad y chalets en “La Moraleja ”, todos un
puntito gay (muy respetable, nada de homofobia) y algo de esa memez innata que
da la consanguinidad. Fruto del cruce repetido entre mamíferos de clanes muy
próximos.
Es que hay que menearse un poquito, a las fiestas de los
pueblos vecinos por lo menos.
Y a todos les da por el mismo matraquillo: “Apantallar” con
sus trokas del año, sus carritos de lujo y sus nenas “buchonas” de alquiler.
Orita hay que sumarle a sus vicios la pasión por los autos
clásicos.
Mea culpa, reconozco que tuve autos clásicos: Gordinis
varios, Simca 1000, hasta probé un Saab de dos tiempos hace años en Madrid y
más clásica que mi Mercurio 155 había pocas. Lo que pasa es que lo mío era por
falta de lana, o por gastarme la que tenía en otras pendejadas, parrandas y
tal.
Así pues si querías tener autonomía y eras algo manitas
(esos trastos se descomponen luego luego) tocaba andar con carros y motos
“chuecos”.
“Con su camioneta chueca,
Se bajó para el
poblado
No más pa vender su
mota,
Al mero jefe del narco”.
Luego los ves evolucionar en la bailada entre las chicas y
te dan ganas de llorar.
Pues ni sus kilos ni los mercedes (que ellos creían) les
iban a dar ventaja, ni modo. Además los
rependejos están todos casados.
A la final es lo de siempre, a las morras lo que les va es
que les hables bonito, les bailes bien sus corridos y que sepas hacerles el
amor.
“Si Cuqui, a mi me gustan, igual que a ti, los tíos:
chingones, simpáticos, agradables, que sean unos sinvergüenzas, pero que sólo
me follen a mi, que me hagan reír y claro millonarios”.
Ahí es dónde algunos damos el gatillazo.
Ya lo decía mi Mamá (con objetividad, nada de amor materno).
“Es que si José tuviera dinero………………..”
José Juan Aparicio
27-Febrero-2015.