Plaza
Garibaldi y los topes.
En
un kilómetro de carretera, tanto en México Distrito Federal, como
en todas las poblaciones y ciudades del país, te puedes encontrar de
tres, cinco a incontables topes. Lo que en España llamamos muertos.
Y en las carreteras y autopistas bastantes más.
Lo
cual convierte la conducción, por las maltrechas vías de aquí en
una autentica chingadera.
Luego
en DF de noche la gente se salta los semáforos y no para ni cuando
se le cruzan gentes en zonas de zoombies, como Tepito, el mayor
tianguis (mercadillo) de la ciudad. Allí te puedes encontrar de
todo, si sabes buscar, desde el acordeón al gato del carro. La
procedencia pos: “De aquí, de la tierra”, te dicen. No es muy
recomendable ir si eres foráneo, puedes salir sin na, pero el que
quiera intentar, pues ni modo.
Yo
pase de noche, lloviznando, por equivocación. Lo de callejear bien
“esta en chino”, al principio y bueno pues. Acelerando a tope,
detrás de los taxis, semáforos pa que, esquivando montones de
basura y ventanillas cerradas. To OK. De día me lo estoy pensando,
además ya no tengo que comprar nada.
El
Tenampa de Plaza Garibaldi es un puto coñazo, con tres mariachis
tocando a la vez pa imaginarse el “Cucurrucucú”, batido con
“Ella” y to mezcladito con “La cucaracha”, trompetas y
violines a todo dar. Una experiencia musical extasiante. La bebida
bien eso si, y de ligar olvidense, puro pesado, machos mex bolas,
pandillas y parejitas. Lo que pasa es que en la literatura ponen el
sitio como la cuna del cine y la cultura musical. Lo confieso era uno
de mis bares de fantasía, con el de “La Guerra de las Galaxias”,
pero reconozco que hay otros antros por el mundo mucho mejores.
En
Mex hay de todo cosas buenas, regulares y malas.
A
mi me gusta.
José
Juan Aparicio 14-Julio-2014.
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