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jueves, 13 de junio de 2013

LAS GAFAS DE SOL Y EL POKER DE LA VIDA



Las gafas de sol y el poker de la vida.

“En el poker de la vida hay que saberse esperar”.
Dice un trozo de un corrido –casualidad- mío. Que se llama “Werita cañón”.
Y es que por algo los modernos jugadores de campeonatos mundiales de poker, llevan (no todos) gafas de sol.
Por algo muy sencillo, mentir cuando te miran a los ojos, es mucho más difícil. Sólo para profesionales.
Por otro lado, los programas de moda sobre supervivencia extrema y pendejadas de ese tipo, adoctrinan y dan mil soluciones para no perder la vida afuera, en el campo. Como si la hierba matara. Alguna pone contento, da risa o muermo, pero no mata a nadie.
Y para salvar el pellejo, conservarlo, o llevarse algo a la boca en medio de los tiburones, los lobos, las ratas o las ladillas lo único necesario es paciencia.
El arma exclusiva de los cazadores y pescadores ancestrales.
La presa, la recompensa o el hijueputa se pondrán a tu alcance. “Hay que saberse esperar”.
Justo lo que no saben hacer los familiares que nunca llegan a tiempo, que siempre llegan tarde y  cuando alguien – que no se retrasa nunca- demora cinco minutos, lo llaman al cel el día anterior reclamando.
Lo mismito pasa con las novias, esas a las que habitualmente esperas media hora y que luego lo quieren to p´ayer.
Esta todo muy clarito esto no es más que una espera para nuestro futuro - espero que para algunos próximo- viaje al mas allá.
Y claro esta espera puede ser grata o más pesada, según te la tomes o según te vengan los naipes.
Si te vienen delante de unos ojos verdes de Monterrey dándote suerte ya la hiciste.
Ahora que, si te están chingando desde el DF, de GDL o de Reynosa, con to y cremita, por los sistemas habituales de face, skype, wasap etc, date por jodido.
Cómprate unas Ray-Ban, ármate de paciencia y espera la siguiente mano.
Nuca llovió que no escampe.
A alguien que conozco bien se  lo dijeron una vez:
- “¿Te extraño, mucho lo volvemos a intentar?”.
El tipo contesta:
- “Todavía me estoy lamiendo las heridas, cuando termine ya te llamo yo al cel chatita”.

José Juan Aparicio. 13-Mayo-2013.



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