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jueves, 28 de febrero de 2013

SABER GANAR




SABER GANAR

Muy pocos saben perder en esta vida. No esta bonito ir de perdedor. En principio no se liga nada. Después queda feo revolcarse en la propia desgracia y para colmo eso de perder duele.
Pero los primeros que se levantan son los que saben aceptar la derrota y seguirle al cuento de nuevo. Aún sabiendo que probablemente tocará perder de nuevo.
Pero trankis socios que hoy voy a hablar de ganar.
Mejor todavía – como buen perdedor – voy a enseñarle a unos cuantos a ganar. Con discreción y estilo.
El otro día un conocido, que para variar estaba tieso, se la jugo en un incendio casero, quemo su abrigo asfixiando las llamas y con unos cuantos cubos de agua, después de sacar al descansillo las bombonas de butano y mandar para abajo a un par de gentes, apagó la candela.
Se podría haber quemado el piso, o parte del edificio.
El tipo se tragó bastante humo, pero se aguantó.
Días después le ofrecieron un sobre, cerrado, con una gratificación y aquel fulano que no tenía ni para pagar su alquiler dijo que gracias, que no, que en ese momento no se piensa se actúa.
Y que después los sobrecitos no quedan bien.
-“De verdad no hace falta”.
-“Gracias”.
Y se dio la vuelta, caminando de nuevo hacia su ruina.
Es que ese perdedor de método, yo lo conozco un poco, sabe ganar.
Mejor que perder y mira que lo de perder lo borda.

José Juan Aparicio.
28- Febrero de 2013.  

martes, 26 de febrero de 2013

LA COLA DEL PAN, LA COLA DEL PARO O LA COLA DEL CEL.




LA COLA DEL PAN, LA COLA DEL PARO O LA COLA DEL CEL.

El otro día, cuando fui a fichar a la oficina del paro me fije, aunque pasa siempre no había caído, en que todos los que estaban esperando para hacer sus gestiones. O sea para na. Estaban con la cabeza gacha y el dedo índice de su mano derecha dándole para arriba y para abajo a la pantalla táctil de su celular de dieciseisava generación.
Un tic normal y corriente en este tecnológico mundo en que vivimos. Hasta ahí todo correcto. Todo ok.
Todo en paz, todo tranki, todos con su juguetito duro y dale, móvil para acá y móvil para allá.
-         “Pues no señora no hay nada y tiene usted que tener quince años cotizados para poder cobrar algo”.
-         “Si, tienes que venir el día indicado, porque sino pierdes la prestación”.
Conversaciones normales en esos sitios de perversión y muchos pitidos glin, piii, zoink zoink, glu glu, tachín, tachin. Aparte de musiquitas de rap, salsa y demás pendejadas en el timbre de los aparatitos. Wasaps etc, etc.
Muy tecnológico to.
-         “Si cari, en cuanto salga paso por el super para meterle crédito a tu Black, que si churri, que no me olvido, cinco euros, vale, besitos”.
Y a todo esto también me pita a mí el aparatito que no suena nunca cuando uno esta boquerón:
     - “Cargue hoy diez euros y mañana le metemos otros diez gratis por el culo”. Joder que chollo.
Lo mismo pasa en la cola del pan, o en la sala de espera del ambulatorio. La charla no es con el de al lado, como antes:
     -“Pos si yo también me voy a cambiar porque ese cabrón de D. Augusto le dices que estás resfriada y lo primero que hace es mandarte desnudar. Y claro, Sofi, eso no mola nada, que se entera mi Tomás y le da en la madre a ese wey”.
Ahorita la charla es escrita y gratis:
-         “T vi a meter como m sigs tocnd ls huevs”: enviar.
-          “Perdn tron es q toy colocad”.enviar.
Y de repente vuelve a sonar mi cel con la melodia de espia mind o algo asi:
     - “¿Bueno?”
     - “¿El Sr José Juan Aparicio?”.
     - “Si, diga”.
     - “Aquí de Banesto, que tiene usted un descubierto de 175 euros,
       que era por lo del embargo y tal”.
Y de repente, a la antigua, estilo corresponsal de guerra cuando le dicen lo de las facturas infladas:
     - “Pues si, oiga, oiga, piiiiiiii, piiiiiiii, chaffffff, chafffffff, en vez de mover el cable, se agita el teléfono en el aire. Si, es que estoy en un sitio con muy mala cobertura. Si, perdone no le oigo nada, es que se va a cortar, siiiiiiii, siiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiiii, oigaaaaaaaaaaa, oigaaaaaaaaa”.
Y luego pulsar en un botón con un telefonito rojo dibujado que creo quiere decir colgar, antes sonaría: chaff, en uno de cable.
Hay que reconocer las ventajas de la tecnología:
Siempre es más sano pulsar el botoncito rojo que decir:
“Embarga a tu madre, hijo de la chingada”.

José Juan Aparicio.  26 de Febrero de 2013.



UN CUARENTA Y CINCO




Un cuarenta y cinco

Pues la verdad es que le había cogido cariño a aquel cuarenta y cinco de la caballería española que había heredado de mi tía Lola.
Hasta salió en mi corrido “Media Docena”:
 “También un cuarenta y cinco por si me encuentro cabrones”.
Con todo el cariño del mundo le fabrique unas cachas artesanales en madera y celuloide gris jaspeado, del que se usa en la fabricación de acordeones. Todo muy fashion, para hacer de Harry el Sucio.
Y estuvo algún tiempo en la mesa de mi escritorio por si recibía la inesperada visita de alguno de mis variados enemigos.
Pero no lo llegué a disparar nunca, ni de prueba. Conserva pues sus trece - mágico número - balas intactas.
Y la verdad, con los tiempos que corren ya se me ocurrió varias veces ponerlo a trabajar en jornadas alternas, eso si, para sacarle algo de rendimiento:
- “Pos ya sabes wey, me das la lana o te doy cran”.
- “Si, si, aquí en la bolsita del super porfa y horita apachurrale al botoncito. Él de la puerta socio, no el de la alarma.”
- “Con Dios compas”.
Pero tampoco era plan pa diez o doce mil eu como mucho, visitar el trullo una temporada. No está bien pagado. Pa eso es mejor hacerlo con gomina como el soberbio y pijo banquero de Tui.
El caso es que para hacerle los honores tendré que sacarlo también en la contraportada del próximo CD de Durango S.A. Que como anticipo les diré que se llama: “Late”.
Y, eso si, lloraré su incineración como un muerto más de la familia.
La puta crisis saben. La depresión ehhhhhhh, esa que me tiene sin inspiración para escribir en pistas. Es que la roña quita las ganas de to. Si, si, de to. Los animalitos cuando no tienen que comer, en joder ni piensan.
Y como hay que pagar la luz, si o si, porque si no me quitan el internes, el agua, que es del pozo y va con corriente y el frigo con las cuatro pescadillas de la despensa de caritas, también gasta electricidad, no queda de otra.
Pos pa no vender los acordeones, que me tienen que dar aún mucho de comer, me he metido a traficante de armas y pulí de una vez mi amado revólver.
La autopregunta fue muy fácil:
-¿Qué quieres comer colega, pan o fierro?
- Pos deme una baguette men.
Además es un peligro tener estas cositas en casa que luego algún sapo suelta la sopa y la jodimos con los federales.
Total que a los que han preguntado porque no escribía este tío tan bueno en Febrero en su blog, aquí tienen la solución del misterio.
Y aquí me tienen dándole a la tecla otra vez.
Porque con el caldo calentito al lado de la compu, se inspira uno mejor.
Y así hasta que dure la propina que me saque con la venta de mi cuarentón.
Perdón de mi ex-cuarenta y cinco.
Gracias querida Smith, lo nuestro no pudo ser.
 Que te vaya bonito. Smuakkkkkkkkkkssssss.
Partiendo madres por esos mundos adelante.


José Juan Aparicio  22-Febrero-2013.