DIENTES LARGOS,
COLMILLOS AFILADOS Y LOBERIO EN GENERAL EN LA MEJOR SUCATERIA DA FRONTEIRA.
Me
he dado cuenta que con esto de la crisis, que para algunos es secular, la gente
no se pone los dientes que va perdiendo en los vaivenes de la vida. Vamos como
los viejos leones, luchando con lo que nos queda. Y que dure mucho. Pero no
sólo nos pasa a los tiesos de solemnidad, ya voy viendo algunas enfermeras
pseudo-pijas, muy arregladitas y perfumás que andan escasas de muelas. Y mucha
peña de lo que antes se podría llamar los acomodados también. Aquella risa del
jeeeee yonqui, sin los dos incisivos, la puedes encontrar en cualquiera. Como
no hay un chavo, nos estamos igualando de la dentadura para abajo, lo cual no
está mal.
Lo
que pasa es que ante la tiesez general y la falta de parné las oportunidades se
reducen, la gente sale lo mínimo esperando lograr el máximo resultado y ya la
tenemos liada.
Con
veinte euritos de ná se aspira a todo. Es el momento en que la gente afila el
colmillo, chorrea saliva por el y los dientes – los pocos que quedan – se ponen
largos del todo.
Y
ahora, aunque el dueño no acaba de decidirse a contratar a mi banda, les
hablaré – sin pelos en la lengua – de un local de moda en el Baixo Miño.
El
sitio cuyo interior resulta hasta bonito, empezó a interesarme (tics del
tex-mex) cuando me entere de que hace un año hubo balasera en la puerta. Si,
como lo oyen, al viejo estilo de las pelis del oeste. Lo cual le da su puntito
fronterizo. Resulta que los necas (portugueses), siguen siendo bastante countrys, rústicos en mex y suelen llevar la pipa en la guantera del coche. Luego llega uno mamado, le
toca el culo a su novia en la dancetería, y se lía la de dios. Lo malo del caso
concreto es que el plomo fue a parar a uno que pasaba por allí y que no era del
follón. Cosas que también suelen pasar. El asunto no llegó a mayores y se
arreglo con unos días de hospital.
Nada
más entrar te encuentras directamente con el mercenariado general y la Banda de Pancho Villa,
tomando con la sed característica del que sale a por todas. Son bailones los
hijos de la chingada de los portugas y la verdad no lo hacen mal. También
largan lo suyo, de mudos nada, luego el discurso ya es otra cosa.
Igual
te encuentras a un tipo con las botas de currar en el agro y la gorra de beisbol
de John Deere, que a un trajeado empresario con el mercedes SL no se qué en la
puerta. Anda por allí a menudo algún chulo putas, con su chiante (buga cantoso
tuneado). Vamos una fauna de lo más recomendable. Todos estos pajaritos
rodeados del género femenino y los números plurales. Españolas todas, las
portuguesas se quedaron en casa, con la pata quebrada y atadas a la cama. Es el
estilo de los homo-habilis lusitanos. Claro, cuando le preña a la hija algún
figura botan fogo por o cu. Entre las chicas (es un decir, si se le puede
llamar así a mis tías y a mi abuela), también hay de todo: todas bailonas,
también, ya salen del guardarropa moviendo cadera, la mano arriba y bailando
duro, trotando como Rajoy, camino de la pista. Rubias, morenas, platino,
flacas, gordas, escotadas y con cuello de cisne (de tortuga se dice en mi
mexico lindo). El puro y puto paraíso del baboso profesional.
Y
todos los cocodrilos del Mara (en este caso del Miño) están esperando a que la
ñu, la gacela, la chica, señora o abuela (de todo hay, ya hemos dicho) con la
que estás bailando vaya al baño para ver si se la pueden trajinar ellos. Si vai
co español…. fodase. Lo cual no viene mal para espabilar los reflejos de algún
panoli da Galiza, como dicen os filhos da puta.
Así
que aún no acabo de entender como en este garaje galáctico, desguace (sucatería
en portugués) o tugurio, lo más parecido que hay en la tierra al Bar Coyote
(hay un par de camareras que lo bordan), al bar de la Guerra de las Galaxias, al
chiringo de Telma y Louis o al garito de Abierto hasta el amanecer, no contrata
Xosé una banda acorde a lo que tiene dentro. En vez de andarse con
mariconaditas de tríos de play-back, cantando la misma mierda de hace cincuenta
años. Que luego viene él pincha y vuelve a poner. Además su agente musical de
turno, mi amigo el chepas, se la cuela muy a menudo, mandándole unas pavas de
guitarra desenchufada que no son capaces de coger el tono en toda la puta
canción. Lo único que hacen, es cantar – a veces – por encima de la secuencia.
No
te lo voy a repetir más veces wey, me tienes hasta la puta polla.
DURANGO
S.A. mi jodida banda de directo es lo que tu local necesita. No lo crees,
porque los portugueses sois retrasaditos de cojones. Y sólo fusiláis las ideas
cuando ya están trilladas.
Cuando
yo abro el acordeón la peña salta y mientras tanto mi caché sube.
Así
que aprovecha para contratarme mientras lo puedas pagar.
Es
un consejo de amigo, de cliente y de incondicional de ese antro tan cojonudo
que tienes en Monçao que se llama VELVET. Supongo que por la mítica banda de
Lou Reed, Velvet Underground.
Aprovecho
para recomendarlo a los seguidores de mi blog, ya saben lo de dar pistas…..Y no
es por hacer la pelota, sino objetivamente. Aunque la música es una mierda, el
sitio interesa como ya dije antes por el contenido. Además en Portugal no se
pierden puntos cuando vas bola. Se paga la multa – una pasta – y listo.
Viudas-os,
separadas-os, infieles, adulteras-os, solteras-os y demás loberío lo petan
hasta la bola los fines de semana.
Lo
dicho la melhor sucatería da fronteira.
José
Juan Aparicio. Un par de meses antes de hoy.