VOTAR NO ES OBLIGATORIO
Ni siquiera conveniente si no estás dentro de alguno de estos casos:
- Tienes que chuparle la polla, o el conejo, a los nacionalistas para que te den argo.
- Tienes que meter tu sonrisa delante de la mesa electoral, para que el partido derechista vea que rindes pleitesía.
- Tienes que meter tu sonrisa delante de la mesa electoral, para que el partido izquierdista vea que rindes pleitesía.
- Si no quieres elegir entre mierda y porquería, tampoco es necesario que votes.
Siempre vienen los enterados a decirte que el que no vota, no tiene derecho a quejarse. Porque ellos lo dicen, claro.
Así que como yo no voto. No lo he hecho nunca. Diré para tranquilizar a los y las arrimadas que:
Pienso votar cuando:
Venga un tipo que diga que como presidente del gobierno va a cobrar, igual que todos sus cargos, lo mismo que los mileuristas. Mil euros, que es mucho más que lo que cobran muchos parados.
Y que cuando se vaya irá al paro el tiempo que le corresponda. Sin jubilación, coche oficial, escolta ni leches. Sólo dará conferencias y asesorara en negro. Con lo cual se forrará igual que todos sus congéneres anteriores.
Además mandará también al paro a todos los ex- ministros de anteriores legislaciones. Desde hoy hacia atrás hasta el pleistoceno.
Entonces esperare a que el tipo cumpla sus promesas y en la siguiente legislatura, si se presenta, le votaré.
Arriesgándome, claro, a que el pavo con la peña confiada, se pase todo por los huevos antes de marcharse.
Pues sí. En este caso sí que voto.
Se lo juro a ustedes por el Ché, por Snoopy y por la Santa Compaña.
José J. Aparicio.