UNA VIDA MAS ALTA DE
GAMA.
En la mesa de al lado del
bar en que estaba tres tipos bastante countrys cotorreaban a pleno pulmón.
El más borracho de los tres
dice de repente:
“Pues es que fulanito ahora
lleva una vida más alta de gama”. Come siempre fuera, invita a todo el mundo,
se compró un carro nuevo y bla,bla,bla.
Me hizo gracia la expresión.
Tanta que reflexionando llegué a la conclusión de que a mí también me vendría
bien subir a la gama alta de la vida. Que ya va siendo hora.
Ya me sé el corrido del Columpio, ese que sube y
baja y dice que en la vida hay vaivenes. Pero con billete –la verdad- todos somos más
bonitos.
Así que a pesar de ir algo
“justito”, a esas alturas de mes y de pandemia, pedí una segunda ronda de
cerveza, la carta, me quedé a comer en el bar, pasé de cocinar en la casa:
“Filete, patatas y helado porfa” le dije al camarero y tán tán.
No es tan alta la gama y
veremos cómo me la giro a día 25 con ese derroche.
Pero qué carajo, ese güey
tenía razón y a veces uno necesita un homenaje, aunque sea mínimo.
Sobre todo después de año y
medio de encierro, consultas médico-telefónicas, ausencia de ocio diurno y
nocturno y de máximas restricciones y chingaderas made in covid.
Porque como siga así la
vaina no sé quién va a poder recuperar las sanas costumbres anteriores al
“Estado de Calamidad” que dicen los necas (portugueses): Bailes, viajes,
borracheras etc.
Y mientras tanto nos vamos
haciendo mayores y la pelona nos hace ojitos.
Si hay que ir se va pero
algunos queremos una última parranda de las de libro.
Si, esas que los mensos, los
médicos, los banqueros y todos los cutres de vía estrecha han visto –poco y
mal- sólo en el cine.
“Mesero porfa otras chelas
pa la banda y mezcal pa este bato, usted tome lo que quiera”.
“Muchachos aviéntense Puño
de Tierra”.
José Juan Aparizio.
8-Diciembre-2021.
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