RAJOY MATEMÁTICO.
Aunque es de letras a Rajoy no se le dan mal las
matemáticas. Las cuentas le salen mejor trabajando poco que sin trabajar,
además le queda más bonita una despedida a lo chingón.
El gesto, oportuno, calculado, hay que reconocérselo. Después
de rechingarse un país, que Zapatero –otro jeta de solemnidad le entregó en
bolas- queda muy bien despedirse con mariachi y banda. A lo fregón, ya os jodí
y me voy por la alfombra roja.
Aún así, de cara a la galería, mola más que el resto de los
políticos que ordeñan la teta hasta la sequedad total.
Con todo y táctica el gesto le honra.
Pero hasta ahí.
Y ya, la pregunta del millón.
Si tan ahorrativo y honrado te pintas:
¿Por qué cambiaste ministros a última hora –como todos-
dejando a esos elementos jubilados y saldados,esos si, a perpetuidad?
¿Por qué no cambiaste la ley para que los políticos os
vayáis al paro después de la legislatura como todo Dios?
¿Por qué no quitaste los sueldos vitalicios?
¿Por qué no mandaste el euro a la mierda para volver a la
peseta?
Buen estudiante. Buen opositor. Pero la despedida te hubiera
quedado mejor a la francesa.
Es mejor después de cagarla y de que te echen. No te fuiste
tú.
Pero lo joto no se quita, así que con clarines y trompetas
cantando el “Cara al sol”.
Que te vaya bonito con los rusos en Santa Pola. A esos no le
caen las chingaderas.
Bye Mariano.
José Juan Aparicio.
23-Junio-2018.
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