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sábado, 30 de enero de 2016

Tequila, lana, polvo y bala.



Tequila, lana, polvo y bala.

“No me vengas a llorar
 ni a decirme que me quieres,
 ya tuviste mis quereres
 y les diste para atrás.
 Te cegó tu vanidad
 Aun que tu por mi te mueres”.
Así cantaba el vocalista de La Trakalosa de Monterrey que tocaba ese día en el “Papa Lopez” de Oaxaca, cuando Spy entró en el local, después de ser cateado por el gorila de la puerta. Cosa que no hacían con las mujeres en casi ningún lugar de México, con lo cual frecuentemente los “fierros”, viajaban en los bolsos y ropa de la “morras”. Pasando adentro volvían a cambiar discretamente de lugar para aposentarse en el cinto del dueño, normalmente en la espalda, tapadas por el saco del güey. A la salida no hay cacheo. Aunque últimamente ya se ve más a menudo el “cateo con raqueta” y ahí como no hay que tocar las chulas también son registradas.
Pero nuestro vato llegaba sólo y por lo tanto desnudo, sin siquiera su “civilian”.
En una mesa del fondo, de espaldas a la pared  y de frente a la puerta estaba “Arrasola”, apodado así sin gran originalidad por proceder de la cuna de los “alebrijes”, esos “monitos” de madera de colorines típicos de mex. Una población discreta y próxima a la capital del estado.
Chupando “Tecate” alternado con “Don Julio” (cerveza y tequila), a todo lo que da.
Spy se sentó a su lado con un gesto mínimo de saludo:
-Que onda carnal.
- Ya ve aquí con las “chelas” y tal.
- Tecate por favor dijo el otro al mesero y un caballito pal tequila, la botella estaba ya en la mesa.
El sierreño guiño un ojo como al aire y se allegaron dos buchonas de cine con grandes bolsos, besuqueron a discreción y se acomodaron en la mesa.
-        Pos como no nenas, orita nos echamos unos bailes, dijo bastante prendido.
-        Pa luego es tarde –lo jalonea de la mano la más alta – arrastrándolo a la pista y contoneándose por el camino.
Pues para no hacerles el cuento, largo salieron a las tres de la mañana, se treparon cada uno, mejor dicho cada dos, en sus trokas  y tan, tan.
Ni tiempo tuvo de platicarle el asunto Spy al cuate, pero en los pueblos la cosa es así la prisa sólo cuando va a haber bala, que iba a haber, pero no hasta dentro de dos días.
Ni modo, pensó el de Monterrey, mañana le madrugo y me lo levanto de la cama a las diez, que le va a caer en el hígado mi visita.
-        No manches compa como chingados se te ocurre levantarme a las diez si me acosté a las cinco y me dormí hase diez minutos.
-        Ni modo socio, si ya se lo chingón que eres, pero no engordes demasiado el ternerito que con la cruda de ayer ni se te paró na.
-        Jajajajajajajajaja rió el otro cuanto mas pedo voy mejor lo hago.
-        Se me viste y nos vamos a los tacos a ponernos en marcha.
-        Esperese mi raza que apenas se me durmió la palomita.
Diez minutos después en Tacos Lupe ese par se aventaban otras chelas (sacar la cruda con más de lo mismo, aquí no se lleva el Bloody Mery) con quesadillas fritas y tlayudas.
“Por los diez quilos de polvo
 se había llevado una feria
 y los billetes gabachos
venian pidiendo botella”.
Ahora eran “Los Lobos del Sur” Cumbia Grupera chilena, los que atronaban el local desde la rokola.
-        “Ya sabes mano que lo de tocar el polvo no me va, pero esos pendejos del Manuel, están empeñados en pagarme la mitad de la chatarra (cuernos y erre quinces) en goma y pues ahí es dónde entras tu, ni modo de decirles que no, ya les avise a los cabrones, sólo lana, si, si, si, tranquilo güey y orita me salen con la ranchera……solo esta vez, es que urge”.
-        “Relax carnal, yo le entro a ese género, el asunto está perrón, no creo que te quieran fregar, les interesa lo tuyo”. Le contestó “Arrasola”.
-        “Tons ok. Solo vamos a necesitar un par de  Hummers con tu raza dentro, para apantallar na ma”.
-        “Yo te aviso con medio día, será pa mitad de semana, así que frénele a la parranda que orita hay chamba. Ya te me desmadras p´al finde”.
Bueno pensó Spy, mientras compraba el nuevo celular –de esos de un solo uso- con un poco de suerte va a haber sólo polvo, lana y tequila pal final.
Todo sin bala que el “parque”(munición) tampoco lo regalo.
En los soportales del zócalo de Oaxaca, cenando con su chata a ritmo de corrido:
“Barrio de Jesús María
 ay que tropezón  me di.
 Por andar toreando un chivo
 De los malditos de aquíiiiiiiiiiiiiiiiii”.
Se acordó de su tierra, pasado el charquito doblando hacia arriba. Donde las cosas son sin tanto trueno, con más traición e igual de corrupción –si cabe- que aquí en Mex.
De todas formas que vainas, hoy tengo vino y rosas y además:
“DÓNDE QUIERA QUE UNO MUERE
 TOAS LAS TIERRAS SON BENDITAS”.

José Juan Aparicio.
 30-Enero 2016.







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