RIFARSELA
PARA NADA.
(Vuelve
la Edad Media ).
Vendida ya
la plata.
Y el oro
que le quedaba.
Sólo
conservo su espada.
Y quedó
pobre como rata.
No hubo
modo de salvarse.
De un
destino tan traidor.
Bajo el
yugo de un señor.
Luego tuvo
que alquilarse.
Casi nunca
vio el jornal.
En casa del
usurero.
Mejor no
hablar del dinero.
Y la comida
fatal.
Rifarsela
para nada.
Bajo
ordenes extrañas.
En toditas
las Españas.
Así vive la
soldada.
Siempre la
muerte al acecho.
En la punta
de la daga.
Hoy la
suerte no está vaga.
Y pelea por
su derecho.
Esa dama
tan traidora.
Que le
llaman la esperanza.
Te envuelve
con su alabanza.
Y su faz de
seductora.
Hoy la
lucha esta redura.
Pal que
ayer vivió deprisa.
Más
conserva su sonrrisa.
Incluso en
su sepultura. José Juan Aparicio
25-Nov-2012.
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