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viernes, 17 de noviembre de 2023

LA ESPERA.

 




ESPERA, ACCIÓN, DESCANSO.

La vida se divide en estas tres fases. Que además se suceden repetidamente y por este orden hasta que la tumba señala el final.

Y dado que la primera fase –la espera- es la más repetitiva y abundante en nuestra existencia es importante dotarse de algo que se llama “paciencia” y que es un bien escasísimo y por tanto infrecuente.

La acción, después de la espera suele ser una etapa breve, intensa y a menudo satisfactoria. Que sólo compensará al que ha sabido aprovechar el tiempo de espera.

Mientras que el necesario y también frecuentemente breve descanso constituye la recompensa final al esfuerzo y al tesón.

El “Dolce far niente”, el verdadero Nirvana de los que saben entender su paso por la vida.

Y muy pocos afortunados pueden y saben prolongar esta fase indefinidamente desde una edad avanzada hasta el fin del corrido. Ese lugar dónde empiezan a sobrar sombreros.

Hay que estar preparado para ello y acumular el conocimiento y la experiencia necesarios.

Aún así no es extraño que la suerte reclame su peaje y vuelva a meter a alguno de estos afortunados “jubilados con relax” en “La rueda de la Fortuna”.

“Un continuo batallar” que dicen algunos.

 

José Juan Aparizio.

17-Noviembre-2023.

 

 

 

 


martes, 7 de noviembre de 2023

4 LATAS (RENAULT 4).

 



4 LATAS.

Mi primer carro fue un Renault 4. Un 4 latas.

Tenía distancia al suelo desde sus bajos como buen todo terreno, ahora se dice SUV.

Las ventanillas se corrían, no se bajaban, con lo cual no se estropeaban nunca.

Se podía arrancar con manivela.

Delante cabían 3, detrás otros 3, legalismos aparte.

Para mi gusto sólo le faltaba una 5ª marcha y encendido electrónico. Este se puede poner. Meter un motor de Supercinco con 5 velocidades ya es más labor de Gas Monkey.

Ese coche lleva cadena de distribución.

Es absolutamente analógico.

Cosas que no fallan y si lo hacen son de fácil solución. Eso sí es el top del reciclaje y la descontaminación.

Si, no anda una mierda y si te la pegas te estampas, ni te multaran ni iras al hospital, si no directamente al más allá. Todo ventajas.

Creo que no tenía ni mechero, nunca fume así que no recuerdo.

No tenía na pa conectar móviles, pues sólo existían los teléfonos fijos de aquella.

No llevaba reposacabezas y cinturones sólo delante.

No tenía ABS ni falta le hizo nunca. Pisabas el freno y ya.

El cambio de carril era manual, a gusto del chofer.

No tenía navegador, llevábamos mapa.

Radio inexistente.

Control de tracción en la pata derecha del conductor.

No tenía papeles de ninguna clase.

Del seguro mejor no hablamos.

Claro que para que pues el conductor tampoco gastaba “Carnet” de aquella.

Bueno, sí, no era tan grave, el conductor tenía permiso para conducir motos y de las grandes. Y el DNI y Pasaporte en regla.

Era mucho mejor carro que toda esa mierda de eléctricos, híbridos y demás que hay ahora.

Costó 7000 ptas funcionando ok.

Y la pregunta del millón que me haría un capullo youtuber con canal de autos:

¿Y, dónde lo compraste?

En la barra de un bar, no probé nada, pues había visto llegar al tío en el coche. Me dio las llaves, yo a el los 7 billetes, pagué las cañas y me volví de Fuenlabrada a Madrid aprendiendo a conducir pues no había llevado un carro en mi vida. Claro lo de la moto ayuda.

Por cierto yo no pensaba comprar nada ese día. La cosa surgió al momento, hablando.

Vendo el coche……………………………….

 

José Juan Aparizio.

7-Noviembre -2023.