TELEFONISTAS DEL SISTEMA DE SALUD.
El dentista de
la seguridad social me destrozó una muela, no fue capaz de sacármela, aborto la
extracción, dejo los pedazos de la carnicería dentro de mi encia y me envió a cirugía.
Con la espera
y demora correspondiente.
La muela
estaba muy destrozada y al matasanos le temblaba gravemente el pulso, no sé si
porque es alcohólico, tiene parkingson o es que directamente es un hijo de la
chingada.
Esa conjunción
de astros “favorables” acabó con un puto trámite: “Te llamarán para una pequeña
cirugía”.
4 meses
después suena el teléfono 3 veces contadas y como no soy un hombre pegado a un móvil,
no llegue a cogerlo a tiempo.
Ese misterioso
número de 80 cifras no admite devolución de llamadas.
Y los
operarios telefónicos de la Seguridad Social tienen poca paciencia.
Total a
esperar que se les pegue la gana de volverme a llamar pues claro se me pasó la
vez.
No tienen en
cuenta que cuando YO llamo a un número de asistencia médica necesito 40
llamadas para que me contesten, luego sale la musiquita de espera, después pulse
1 para recetas, pulse 2 para galego o español y pulse 3 si es por gastritis.
Cuando consigo hablar han pasado 15 días y 400 minutos al teléfono.
Y digo yo: ¿El
bendito operador u operadora que me marcó para mi cita de cirujia no podía ser
tan amable de llegar a los 5 timbrazos, para que yo llegue de volada a mi
celular y le conteste?
Sería un
detalle teniendo en cuenta el tiempo que invierto yo –SIEMPRE- que NECESITO
hablar con él.
Y, por cierto,
al Sistema de Salud, A la Seguridad Social, al cabrón del dentista, a las
telefonistas y al Gobierno de la Nación, les vale verga mi pataleta panfletaria
de este escrito de mierda.
Ellos a lo
suyo “trincar” estar todo el puto día colgados de su celular viendo y “escribiendo” -ahí si escriben pendejadas- porque desde que les comió la lengua el gato va
todo por el puto wasap.
José Juan
Aparizio.
18-Noviembre-2022.