Marruecos power.
País pobre, radicalismo
islámico, con un tirano narco en el poder. Además ambiciones territoriales “El
Gran Marruecos”, quedándose con parte de Argelia, el Sahara Polisario, Ceuta y
Melilla. Lo siguiente sería “Al Andalus”.
Mohamed VI pretende que USA
reconozca EL Sahara Occidental como parte de Marruecos a cambio de reconocer
ellos el Estado de Israel “Acuerdo Abraham” se llama el pacto.
Marruecos ha adquirido un
lobby en Estados Unidos –invirtieron la lana del narco en lo que ellos creen un
país y un mercado seguro- con el beneplácito de Trump y ahora de Biden: “La
pasta manda”.
Con esta maniobra el moro
pretende conseguir dos aliados fuertes aunque se pase el Isalm por los huevos
aparentemente, una maniobra ya clásica en los “infieles”:
“Poco a poco estamos
recuperando lo nuestro” comentan los radicales islámicos entre dientes, los
tapados, que beneficiándose de las ayudas sociales y la memez política de este
país llevan ya tiempo “reconquistando” Al Andalus.
Resumiendo primero quieren
echar al Polisario y luego a España. Si tienen suerte luego morderían un
poquito de Argelia.
Y el “moro” presiona con la
pesca, con la emigración y con la
“zorrería magerbi” que ya deberíamos conocer aquí de hace siglos.
Lo que pasa es que el
“buenismo” de España y Europa en materia –sobre todo- de emigración promueve
–pregúntenle a Francia- y financia el islamismo radical bajo la manta de las
ayudas sociales.
Mientras tanto Mohamed VI va
forzando la máquina poco a poco.
Las soluciones son siempre
complejas dentro de la política, pero básicamente creo que lo mejor sería
devolverles Ceuta y Melilla cuando a nosotros nos den Gibraltar o sea cuando
los monos del peñón se “pajeen con el otro rabo”.
Y luego continuar dándoles a
estos elementos las mismas ayudas sociales que dan ellos a un español que se
instale allí.
Que algún político –el que
sea- le cante las cuarenta al Rey vecino, con y sin la UE y con o sin USA.
Que se den cuentan de que el
rancio y radical islamismo está creciendo y que los “moritos” que apadrinamos
aquí son más falsos que nuestro Judas y que vienen con la sonrisa en la boca y
la daga en la trasera del cinto.
Y a los que llegan de allí, y
de más abajo, con mucha cremita –eso si-
para seguir con el “buenismo” mandarlos directamente a chingar a su madre.
¿Cómo? Pues en un barquito
todos juntos y arreárselos por Agadir que está abajito para que se tarden en
volver a subir.
Aunque lo más lógico sería
lo que me decía un ex legionario: Un banderín de enganche y: “Caña al moro”.
José Juan Aparizio.
11-Agosto-2021.