ENCHELADO
Y ENTEQUILADO
Alguna de la gente que
conozco de México dirían que esto que estoy escribiendo hoy lo hago borracho:
Enchelado: Borracho de
cerveza (Chela).
Entequilado: Borracho
de tequila.
Y casi tendrían razón
pues hoy pienso explicar la realidad vista desde un caballito de tequila, o
desde una copa de cerveza. La elección la dejo a gusto de mis lectores.
Acabo de invitar a mi
primera maestra Arquelina y a su marido a los vinos que estaban tomando en el
bar. Quizás por eso del agradecimiento del alumno a la profe que le metió el
ansia de saber.
También invite hace un
par de días al empleado del banco que me llama para decirme que en números
rojos la cuenta sigue subiendo. Y cuando el creía que el pufero de turno (o sea
yo) se estaba escapando, escondiéndose en el fondo de la barra e intentando
escurrirse de una charla sobre débitos pues paf!, le suelta el camarero:” Esta
usted invitado por aquel señor”. No inventes. A este lo invite por la paciencia
que me tiene.
Pues para no hacerles
a ustedes el cuento largo, les diré que:
Vista desde la
perspectiva del licor, la realidad es mucho más dulce de lo que parece.
Me explico: La gente
sólo oye lo que quiere oír.
- “Gracias José Juan,
que tal tu madre y eso”.
- “Pues muy bien
gracias, con su alzheimer a cuestas”.
- “Ya tas borracho,
me dice esa vocecita interior que siempre me avisa de los peligros”. “El
pilotito de los cojones”.
- “Pues no, ¿Por
qué?”.
- “Pos con 10€ en el
bolsillo, ni modo de ser tan generoso con esa peña que pasa de ti como de comer
mierda”. Me vuelve a contestar el pilotito.
- “Joder, es que esos
codos (cutres) me tienen hasta el puto copete y claro como estamos en Navidad
ya me está entrando lo de la felicidad extrema y todos contentos y amando al
prójimo chin-pum”, La
Marimorena.
- “Te diré una cosita
pue campeón (sigue diciendo mi pilotito):
Cuando empieces a ver
borroso a través de tu caballito de tequila pueden pasar dos cosas:
- 1. Estas de verdad
mamado y es hora de buscar pareja o de irte sólo a la cama a dormirla.
- 2. Estas de verdad
jodido y comienzas a ponerte amistoso con cualquier idiota.
Y esto es lo malo,
pues empiezas invitando a unas chelas y puedes acabar viéndote envuelto en la
peor babosada de este mundo (confieso sólo he ido a una y juro no ir a más):
Una despedida de soltero.
O todavía peor puedes
acabar casado con aquella chaparrita tan simpática a la que le vomitaste encima
saliendo del bar”.
José Juan Aparicio 19- Diciembre de 2012.